
Tan solo una semana después de que terminase Gran Hermano Vip, Belén Esteban empieza a sufrir las consecuencias de su paso por el concurso. Se muestra enfadada, seria y distante con la prensa por todo lo que se ha dicho de ella durante estos meses. Asegura que está cansada de que la persigan, ya que lleva así desde que salió de la casa de Guadalix.
Esteban también tiene que enfrentarse a todo lo que dijo cuando la grababan las cámaras en la casa. Ahora, llegan las contradicciones y los arrepentimientos: tal y como le comentó a una reportera de El programa de Ana Rosa, ahora recula sobre su supuesta intención de poner todo de su parte para mantener una buena relación con el padre de su hija, Jesulín.
Pese a lo dicho, mantiene que no tiene la intención de solucionar sus diferencias con él. "Me adelanté, no tenía que haber dicho eso. Yo sí me he olvidado de que había cámaras", le dijo a la reportera del programa.
La colaboradora de Sálvame se ha ido a pasar la Semana Santa a Benidorm hasta el sábado, pero sin su pareja Miguel porque "tiene que trabajar". También reconoció que se arrepiente "de muchas cosas" que dijo dentro de la casa.