Cuando se estrenó La bola de cristal y la Bruja Avería empezó a hablar a quien oíamos era a la señora Bridges de Arriba y abajo. A esa terrible cascarrabias que gobernaba la cocina de los Bellamy en el 165 de Eaton Place. La voz pertenecía a Matilde Conesa pero entonces no lo sabíamos. O sí, no me acuerdo. La Bruja Avería y todos los electroduendes eran, aparte de feísimos, un coñazo, lo más aburrido del programa, que ahora parece que todo era agua bendita. El espacio de Lolo Rico se estrenó en 1984 y Arriba y abajo lo hizo en 1981, así que esa característica voz la teníamos interiorizada. Claro que también habíamos oído a Bette Davis en La loba o a Silvana Mangano en Arroz amargo (su primer gran papel), pero no es lo mismo hacerlo semana tras semana. A propósito de la serie británica, recordar que en Gran Bretaña empezó en 1971. Aquí, diez años después. Pero es que a la vez, y a la primera cadena (Arriba y abajo la ponían los martes en el UHF), llegó Los nuevos vengadores, que era del 76. Ahí estaba Joanna Lumley como Purdey años antes de Absolutamente fabulosas (1992). Ahora las series se suelen estrenar en Canal + o en Fox un día después que Estados Unidos. Cualquier tiempo pasado fue anterior, que dirían Les Luthiers.
Pero me voy de Matilde Conesa, que desapareció el domingo a los 86 años. Tengo que confesar que cuando en febrero murió María Romero, otra grandísima actriz de doblaje, me fui a comprobar si Conesa seguía viva (también lo hice con Juana Ginzo, por si se me había olvidado). Porque a veces el periodismo consiste es que te digan que Lord Jones ha muerto cuando creías que el tipo estaba muy muerto hace tiempo. Centrándome sólo en series de televisión, María Romero era la voz de Mildred en Los Roper y de Mildred en McMillan y esposa. También de Antonia en Yo Claudio, de la Marilla Cuthbert (Colleen Dewhurst) en Ana de las tejas verdes, de Lady Marjorie Bellamie en Arriba y abajo y de Margaret Pynchon (Nancy Marchand) en Lou Grant. Curiosamente, Matilde Conesa dobló muchas más veces a Colleen Dewhurst en el cine. Y también dobló años después de Lou Grant a Nancy Marchand en Los Soprano, a esa maravillosa hija de su madre que era Livia Soprano. Las malas le salían muy bien a quien fue miembro del recordado cuadro artístico de Radio Madrid. Ahí estaba su Angela Channing y no sé si su bruja Avería. La señora Bridges, interpretada por Angela Baddeley, también tenía mala leche. No así la Lisa de David el Gnomo o la señora Berg de Fama.
Como la echaron de la Ser (en 1985), Matilde Conesa tuvo siempre rencor a la emisora donde había hecho Matilde, Perico y Periquín, Lo que nunca muere o Ama Rosa (yo ahora es oír Ama Rosa y acordarme de Pozí). En esos trabajos coincidió con Pedro Pablo Ayuso, el padre de Marisol Ayuso. "Yo no me fui! Me echaron. Sí, me echaron. Cuando entraron estos… los socialistas. Nos largaron a varios. A mí, a José Luis Pécker, entre otros… Me tuve que poner en manos de abogados para que me indemnizaran porque llevaba allí casi 40 años". Se lo contaba a Meritxell Álvarez Mongay en ‘Fanzine Radar’. También recordaba que fue ella la que presentó a su hija Carolina a José Luis Gil (el señor Cuesta de Aquí no hay quien viva y Enrique Pastor en La que se avecina). Su hija, Carolina Montijano, casada con Gil, también es actriz de doblaje. Era la Miranda Hobbes de Sexo en Nueva York.
Lo que nunca muere no es sólo una radionovela, son esas legendarias voces que han llegado a ser más legendarias que las de las actrices a las que doblaban. Bueno, la Bruja Avería no era una actriz, era un monstruo espantoso con cables en la cabeza. Lilian de Celis tampoco era actriz. Y también la dobló.