Gerard Piqué, a juicio por su bronca callejera

Gerard Piqué debe enfrentarse este jueves por la mañana al juicio de faltas por un incidente que tuvo con la Guardia Urbana el pasado octubre, según desvela La Vanguardia. Está acusado de una falta de respeto y consideración a la autoridad. El jugador azulgrana acabó enzardado en una discusión e insultando a dos policías por ponerle una multa a su hermano.

El diario también informa de que la vista será en la Ciutat de la Justícia de L'Hospitalet, en la sala 124 del juzgado de instrucción número 5. Como es un juicio de faltas, lo más probable es que solo tenga una multa económica y que no vaya a comparecer, enviando a un representante legal. Según la ley, podría tener una pena diaria de entre diez a sesenta días, con un máximo 300 euros al día, es decir, la pena máxima sería 18.000 euros.

Se prevé que el procedimiento sea rápido y que se dicte sentencia este mismo jueves. Sin embargo, si la incomparecencia es de la Guardia Urbana la causa se archivaría, pero fuentes cercanas aseguran al periódico que eso es poco probable.

Los insultos del jugador

Cuando los Guardias Urbanos se dispusieron a multar al hermano de Gerard este empezó a discutir con los agentes. "Me tenéis envidia porque soy famoso", "me estáis multando porque vais a comisión, porque no tenéis dinero y os tenéis que llevar comisión", "esta denuncia va a quedar en nada porque llamo a tu capo y me la quita", "voy a hablar con tus jefes y se te va a caer el pelo", "sois unos chulos y os creéis los amos del mundo por llevar ese uniforme y multar a la gente", "esa multa la va a pagar tu padre", "sois una vergüenza, me da asco vuestro trabajo y la Guardia Urbana es una puta vergüenza", son algunas de las frases que el futbolista del Barcelona les dedicó a los agentes.

A pesar de todo, los policías sí que pusieron la multa al hermano del jugador pero éste, enfadado, la cogió y la tiró a los pies de los agentes. En cuanto se hizo público el incidente, Piqué se disculpó de todo lo ocurrido por las redes sociales, explicando que se había "exagerado" todo y, parafraseando al rey Juan Carlos, continúo diciendo "lo siento, me he equivocado y no volverá a ocurrir".