Pepa Flores, Marisol, está feliz y relajada. Conocida como la niña prodigio del cine español ha cumplido 67 años y lo ha celebrado en Málaga, donde vive desde que decidió retirarse, y con sus seres queridos. Según publica Sálvame, la primera en felicitarla fue su hija María Esteve, que estuvo a su lado en todo momento cómplice y sonriente, como se puede ver en el interior de la revista.
Sin embargo, uno de los aspectos más llamativos es el cambio radical de Marisol. Tanto es así que está casi irreconocible. Posiblemente todo esto se debe a que lleva una vida mucho más hogareña. Se nota que ha cogido varios kilos en los últimos años y esto llama la atención porque siempre ha sido muy delgada.
Para este día la artista escogió un look muy juvenil, con unos leggins grises, botas y jersey negro, bufanda rosa palo y unas enormes gafas de sol. Ese día quedó con su hermana María Victoria, su madre María González y su hija María Esteve, en una terraza de Málaga. A este plan se unieron más tarde unas amigas de Pepa. Massimo Stecchini, su pareja desde hace más de 25 años, y sus otras dos hijas, Celia y Tamara, fueron los únicos que no acudieron a la cita.