Si hace poco el rey emérito fue captado comiendo en uno de los restaurantes más de moda en Beverly Hills, ahora Juan Carlos se ha dejado caer por Cáceres. Acompañado de la infanta Elena, el rey comió en el restaurante Atrio, de sus amigos Toño Pérez y José Polo, publica LOC.
Además de ellos, en la mesa estaba un reducido grupo de amigos del rey emérito, como el restaurador Miguel Arias, informa el diario. Juan Carlos apenas hace acto de presencia en la agenda oficial de Casa Real, y todos sus viajes son ahora personales. El menú que degustaron tiene un coste de 110 euros.
No es la primera vez que Juan Carlos visita el restaurante, uno de los habituales cuando todavía salía de cacería en Extremadura, en la finca de Las Golondrinas.
Y tampoco es la primera ocasión en la que la infanta Elena acompaña a su padre en uno de sus viajes. El año pasado trascendió que estuvo junto al entonces Rey en su visita a Granada en Semana Santa. Es sobradamente conocido que padre e hija mantienen un contacto continuado, incluso en momentos en los que la familia Borbón está separada por los distintos escándalos protagonizados por los duques de Palma y el propio Juan Carlos.