Fue todo un besazo: largo, espontáneo, intenso... Clara Lago no se lo pensó dos veces cuando sonó el nombre del ganador del Goya al mejor actor de reparto y le estampó a Dani Rovira un besazo que fue la mejor confirmación de una relación que estaba en la mente de todos pero que tampoco habían confirmado oficialmente.
Fue una entrega un tanto peculiar porque ya Terele Pávez había semispoleiado el ganador al abrir el sobre antes de hora y mostrar, con gestos muy poco disimulados, quién era el ganador del premio.
El beso en cuestión recordó el otro gran beso televisivo de celebración en los últimos años: el de Sara Carbonero e Iker Casillas tras la final del Mundial de Sudáfrica y, por el momento, lo más probable es que haya sido desbancado por el de la nueva pareja de moda del cine español.