Patricia Conde ha regresado a los juzgados, y lo ha hecho de la manera habitual. La presentadora de Killer Karaoke, separada de Carlos Seguí, fue denunciada por su exmarido por revelación de secretos de su vida privada, todo ello en medio de un proceso de separación de lo más conflictivo.
En esta ocasión se trataba de la cita que ella misma eludió el pasado 25 de noviembre alegando motivos profesionales, a pesar de estar de vacaciones, tal y como ella misma divulgó en las redes sociales de manera inoportuna. Conde está acusada de divulgar cerca de 70 correos electrónicos personales del mallorquín, así como copias de sus cuentas bancarias.
Ya entonces, la presentadora intentó eludir a la prensa con carreras y malas maneras. Y esta vez ha ocurrido lo mismo: acudió a los juzgados disfrazada con una peluca y con la cara tapada con una bufanda y gafas de sol, pero con esa actitud sólo ha llamado más si cabe la atención de los fotógrafos, publica Europa Press. Conde pasó varias horas en los juzgados, y a la salida corrió hacia un vehículo donde la esperaba su hermano.
De demostrarse el delito, la presentadora podría enfrentarse a una pena de 12 a 24 meses de prisión según establece el Código Penal.