Jamás se habría imaginado Sergio Hovaghimian, exempleado de la joyería Jean-Pierre, en los problemas que iba a meterse por sus declaraciones sobre las supuestas joyas que compra la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner. La revista Noticias publicó que Kirchner se gastó 2,5 millones de euros en collares de perlas.
Justo tres días después de esta información, Cristina sufrió una fractura del tobillo izquierdo, motivo por el cual suspendió su agenda oficial. "La realidad es que yo no dije nada sobre la presidenta, porque no lo sé con certeza. Lo único que dije es que otros empleados de la joyería, incluido mi jefe, Enrique Stad, se pavoneaban diciendo que ella compraba en Jean-Pierre y que eso daba más prestigio a la forma", confiesa a Gentestilo el joyero.
La publicación argentina insinuaba que la presidenta se gastaba cantidades estratosféricas en joyas "en negro" y con dólares no declarados a Hacienda, por lo que la situación se le ha complicado a Sergio. Reconoce que "ha recibido presiones" para que este asunto no viera la luz. Se ha sobrepasado los límites de tal forma que el exempleado confiesa que "han entrado en su apartamento e intentaron matarle".
Durante la entrevista en exclusiva a ABC reconoce que recibe muchas amenazas, tanto "por teléfono, en la calle, en restaurantes". Por otro lado, informa de que, aunque es testigo protegido por todo lo ocurrido, no se siente cuidado por las autoridades. "Me quisieron disparar pero por suerte la bala no salió", continúa narrando Hovaghimian. Termina la entrevista desvelando que "tiene las maletas preparadas para irse del país" y que quiere "iniciar una causa civil por las amenazas y el intento de homicidio del que ha sido víctima". Pretende volver a trabajar, pero no sabe si lo hará en Argentina o se acabará yendo del país.