Albert Rivera fue el sábado a La Sexta Noche y, entre otras cosas, habló de sueldos: "Yo ganaba menos en la empresa privada que ahora… Yo no recuerdo debates sobre cuánto cobraba Adolfo Suárez o Felipe González. ¿Alguien piensa que si el presidente del Gobierno cobra 3.500 euros al mes es mucho? Yo gano como presidente de grupo parlamentario unos 3.500 y, además, una parte de dietas, con lo que se queda en 4.500, 4.700 euros brutos". Albert Rivera, vaya usted a saber por qué, es el político mejor valorado, por delante de Pablo Iglesias. Todo según una reciente encuesta de El País. Será el político mejor valorado como tertuliano.
Pero bueno, aceptemos que es político, bien valorado y bien pagado. Aunque tampoco parece mucho dinero el que gana. Al menos comparado con las estrellas de Gran Hermano VIP. Según la revista QMD!, 65.000 euros a la semana Belén Esteban y 50.000 Kiko Rivera. Dice la productora Zeppelin que eso no es cierto. Vale, aunque fuera la mitad ya sería mucho. Pero es que si ganaran esas cantidades, bien estaría. Es la ley de la oferta, la demanda y el resultado. El ‘share’ de GH VIP justifica esos dinerales. Además, Belén Esteban y Kiko Rivera son de los que se vienen arriba, como la gente de los anuncios de Aquarius (It’s not chicha, not lemonade). Belén es capaz de decir en voz alta que Toño Sanchís se va a deshacer de Olvido Hormigos (las representa a las dos pero ya se sabe quién es la jefa, como en la serie de Tony Lanza). Las peleas de ambas son como las de Mary McCarthy y Lillian Hellman. Por otro lado, Kiko Rivera pregunta a Víctor Sandoval con toda naturalidad si es soplanucas o muerdealmohadas. Anda que si lo llegan a preguntar Los Chunguitos…
Hay quien se escandaliza por el hecho de que Belén Esteban pueda cobrar 65.000 a la semana (aceptémoslo como hipótesis). Existe la idea falsa de que cualquiera puede ser Belén Esteban. No es verdad. Bea la legionaria no pudo ser Belén Esteban. Entre los abogados se cuenta esa historia del que va un despacho y cuenta su caso. El abogado coge el Código Civil, le dice lo que hay y luego le cobra una pasta por la consulta. El cliente protesta porque sólo ha leído algo en un libro. Y el abogado: "Cójalo usted y encuentre el artículo". Belén Esteban tiene un don. No tiene ni que buscar el artículo. Le sale solo. Otra cosa es que Víctor Sándoval u Olvido Hormigos sirvan como perfectos coristas. Pero está claro quién debe cobrar más. De vez en cuando surge alguien que parece que va a ocupar ese terreno en el que Belén Esteban está tan clavada como el Ferrán Rañé que le brotaba de la tierra a Pastora Vega en ‘Amanece que no es poco’. Florentino de la Florence, por ejemplo, que el domingo salió en el debate. Un tipo a medio camino entre Conchita Montes y Pancho de Verano azul. Un bicho nuevo que a ver lo que dura como nuevo inquilino de la televisión más ligera. Todos somos víctimas de una voracidad que nos lleva a fijarnos en la última gilipollez.
En Madrid, 1921, un dietario, Pla escribe: ‘¡Dicen que España es un país profundo, de intensidad! ¡No sé, no sé! España es un país tan enormemente superficial, tan lleno de cosas superficiales, tan desordenadamente superficial, que quizá sea el trompe l’oeil de este desorden y de esta abundancia sensorial lo que crea la trampa de la profundidad". A mí me gustaría saber qué pensaría Pla de GH VIP. Y de Podemos. Y de Albert Rivera. Y de Tania Sánchez (y de "crear belleza"). Un texto del mismo libro dice lo siguiente: "No se me oculta que ha de haber en nuestra vida un poco de teatro para ayudarnos, al menos, a aguantarla". GH VIP ayuda a aguantar a los otros.