Hace unos días, las alarmas se dispararon al rumorearse que Ortega Cano podría salir del centro penitenciario, donde lleva cumpliendo sentencia desde hace ocho meses por el accidente de tráfico en el que perdió la vida Carlos Parra.
Sí ese hecho hubiera ocurrido, el diestro hubiera podido pasar la Nochebuena y Navidad con su familia, pero al día de hoy no se ha producido, aunque es posible que ya no tarde en llegar al haber pasado el tiempo que marca la ley para conseguir el tercer grado.
Su familia, como era de esperar, ha estado pendiente de José, y las visitas no han faltado. El día 23 cumplió 61 años y recibió, como la mayoría de fines de semana, la visita de su fiel Ana María, que en esta ocasión llevó al hijo de ambos, al pequeño Jose María, mientras que también acudió su hija Gloria Camila y José Fernando, que ha abandonado por unos días la clínica psiquiátrica donde le están tratando y no dudó en visitar a su padre. Visiblemente muy recuperado, declinó en hacer cualquier tipo de declaración, tan solo su tía Mari Carmen se limitó a decir que no pudo ser, refiriéndose a la posible puesta en libertad de su hermano.
Parte de la familia se reunió para pasar la Nochebuena y Navidad, en la casa que el diestro tiene en Madrid, y todos esperan el día en que puedan abrazar a José fuera de la cárcel de Zuera. Si ese hecho ocurriera antes de finalizar el año, les llenaría de alegría.
Por el momento, habrá que esperar y no perder ni la paciencia, ni la ilusión.