Ana Torroja, si no cambia de opinión, tiene decidido firmemente establecerse en México con su familia. El pasado 3 de diciembre dio un concierto en la capital azteca, que piensa utilizar para registrarlo en un próximo disco. La intérprete madrileña goza allí de buen cartel, a lo que ha contribuido el mexicano Aleks Syntek, que ha colaborado con ella en sus últimos trabajos musicales. Aunque no lo diga taxativamente, en el ánimo de la antigua voz solista del trío Mecano, que por cierto cumple cincuenta y cinco años este domingo, día 28, pesan los sinsabores de su reciente pasado, cuando por distintas razones apareció en las páginas de sucesos, involucrada en un complicado litigio judicial por sus deudas con el Fisco, por un lado, y por otro víctima de un dramático accidente de automóvil. Respecto a sus problemas fiscales, recordemos que en 2007 se abrió una causa contra ella, a la que Hacienda reclamaba el pago de impuestos, a la vez que era acusada de otros delitos, como blanqueo de dinero. Le imputaban tener empresas en varios paraísos fiscales, localizados en Holanda, Antillas holandesas y Panamá. El fraude pudo costarle, además de una elevada multa su entrada en prisión: más de tres años de cárcel solicitados por el Abogado del Estado. Finalmente, tras arduas negociaciones de un ex su defensa, representada por un ex Fiscal de la Audiencia Nacional, se llegó al acuerdo de que la cantante pagara un millón cuatrocientos mil euros, según sentencia de un Juzgado balear, dictada en abril de este año quedando eximida de la privación de libertad. No lo sabemos con seguridad pero elucubramos con que Ana Torroja, tras estos siete años que duró el contencioso judicial, haya podido estar asesorada por su tío, el también Fiscal Eduardo Fungairiño.
Acerca del terrible percance automovilístico que sufriera el 10 de octubre de 2008, y que le dejó serias secuelas por una lesión de clavícula, recordemos que sucedió en la carretera de Vejer de la Frontera al chocar su vehículo con otro que se les vino literalmente encima, de frente. Con ella viajaban varios amigos, entre ellos quien fuera Miss España años atrás, actriz de profesión, Esther Arroyo, que resultaría herida de consideración; tanto que ha sido declarada inútil total para poder ejercer su trabajo, con lesiones que la han obligado permanentemente a recibir constantes cuidados médicos. Falleció, además, un joven amigo de ellas. Alrededor de dos años estuvo Ana Torroja sin poder reanudar su carrera musical. Llevaba entonces un decenio como solista, después de su etapa como integrante de Mecano.
Ana Torroja destacó por su gran personalidad cuando era la voz femenina del mencionado trío, el más importante del pop español de los años 80. Sus inicios artísticos fueron con sus amigos, los hermanos José María y Nacho Cano, con quienes se presentó en un concurso de Televisión Española, Gente Joven. De familias acomodadas, se las ingeniaron por su cuenta para presentar unas maquetas en el departamento artístico de la multinacional CBS. En poco tiempo firmaban un contrato para grabar sus primeras canciones, a partir de "Hoy no me puedo levantar" ("Hoy no me puedo levantar / el fin de semana me dejó fatal / toda la noche sin dormir / bebiendo y fumando y sin parar de reir…"). El debut fue muy afortunado y en un año llegaron a vender medio millón de discos. Se disparaba el fenómeno Mecano entre adolescentes y jovencitos de primera generación, entusiastas de la línea musical importada de Inglaterra, la de los News Romantics. Pop electrónico, techno-pop. Canciones divertidas, sencillas, sin contenido crítico o moralista. Y ellos, en el escenario, vestidos con ropaje muy cuidado, nada que ver con el desaliño de grupos de tiempos pasados o con los más alborotadores del heavy metal. Un decenio duraron en activo, tiempo en el que situaron muchas de sus canciones en el número 1 de las listas: "Maquillaje", "Hawaii-Bombay", "Me colé en una fiesta", "Perdido en mi habitación", "Barco a Venus", "Hijo de la luna”… Algunos los acusaban de ñoños. Pero el caso es que fueron popularísimos y ganaron mucho dinero. Luego, lo que tantas veces pasa en los conjuntos: decidieron disolverse. Para reaparecer efímeramente seis años más tarde, en 1992. Poco les duró la dicha porque antes de acabar la temporada José María Cano anunció públicamente que abandonaba el trío, sin advertirlo a sus compañeros. Y salvo alguna aislada colaboración posterior, ya no volvieron a cantar más juntos, por mucho que de vez en cuando sonaran campanas de reconciliación.
Ana Torroja tomó la determinación de reanudar su carrera, en solitario. Eso sucedería a partir de 1997. En una línea acaso más intimista en general, con baladas: "Sonrisa", "A contratiempo", "Veinte mariposas", "No me canso"… Hizo dúos y una gira con Miguel Bosé. No puede decirse que le fuera mal, pero sin llegar desde luego a lo que fue su etapa con Mecano, trío tal vez mitificado en exceso. Pero la realidad es que sigue siendo recordado, como se demuestra que durante varias temporadas ininterrumpidas se mantuviera en la cartelera madrileña, en plena Gran Vía, un excelente musical titulado como su primer éxito: Hoy no me puedo levantar. Detrás de ese aplaudido montaje se encontraba Nacho Cano, al que por cuestiones complicadas terminaron de apartarlo los socios de la productora del espectáculo. Su hermano José María estaba ajeno al mismo. Desde que abandonara Mecano se empeñó (en el doble sentido del vocablo) en estrenar una ópera compuesta por él, que le estrenó Plácido Domingo. Últimamente pinta cuadros. Ana Torroja contrajo matrimonio el 16 de mayo de 2003 con el ingeniero de sonido Rafael Duque. Tienen una niña, Jara, nacida en el verano de 2005. La cantante ha vivido en Londres, en París, en Nueva York y en Palma de Mallorca pero en los últimos años se había establecido con los suyos en la localidad gaditana de Tarifa. En su día, podría heredar de su padre, al ser la mayor de seis hermanos, el marquesado de Torroja, título que proviene de su abuelo, el ingeniero Eduardo Torroja, que fuera un experto mundial en construcciones de hormigón.