A Vicente Martínez Pujalte le faltan algunos dedos y un hervor. El portavoz económico del PP en el Congreso ha exigido respeto "a la presunción de inocencia de todas las personas". Se refería a la infanta Cristina, tras la decisión del juez Castro de dictar auto de procesamiento contra la hermana del Rey, pero también ha metido en el tonto saco comparador a Joaquín Sabina, que pasaba por allí. Por lo que había leído en LOC. "Según parece, no ha pagado unos impuestos", dijo. El representante de Sabina ha aclarado que es un conflicto que se remonta a hace unos ocho meses y que el pago ya se satisfizo. "Para pleitear con Hacienda, lo primero que hay que hacer es poner el dinero. Eso está hecho. Si ganamos, nos lo tendrán que devolver". Vamos, igualito que lo de la infanta. Pero si yo estuviera en los pasillos del Congreso también preguntaría a este señor sin bigote porque volvería con un titular.
El diputado del PP ha seguido retratando su nivelazo de polemista cuando le han preguntado si la infanta debe renunciar a sus derechos dinásticos: "No tengo ni idea de lo que es la renuncia a los derechos dinásticos, ni quién los tiene. Yo no los tengo". Hay tantas cosas que él no tiene. Salvo el honor de haberse convertido en el primer diputado expulsado del Congreso por su mal comportamiento. En un debate sobre Afganistán (¡sobre Afganistán!), el follón que montó, con insultos y pataleos, fue tal, pidiendo la dimisión de José Antonio Alonso, entonces ministro del Interior (por la detención ilegal de tres militantes del PP), que Manuel Marín, pusilánime presidente del Congreso, lo expulsó. Que seguramente estará orgulloso de esa parte de su currículo.
Mira que en el PSOE (y en otros partidos) hay tontos, pero lo del PP es como hecho adrede. Ahí están Floriano y González Pons. Y ahora, Rafael Hernando diciendo lo de que Podemos se presenta como Don Limpio pero que realmente "cuando le pasas el algodón está lleno de suciedad, por no decir de caca". Lo de la caca hasta lo omitió el Telediario de TVE que, al menos en el matinal, sólo hacía referencia a lo de la suciedad, haciendo un favor al nuevo portavoz del PP en el Congreso. Ya sabemos que cada cual debe chinchar al contrario. Y que eso hace ganar méritos con los jefes (a ver por qué iba a nombrar Rajoy a Hernando si no). Que los políticos de ahora son una versión poco refinada del estadounidense Adlai Stevenson, que intentó dos veces ser presidente de Estados Unidos (pero era demasiado bueno), cuando decía : "He estado pensando que voy a hacer una proposición a mis amigos republicanos. Si ellos dejan de decir mentiras sobre los demócratas, nosotros dejaremos de decir la verdad sobre ellos". Con todo, la frase más famosa de Stevenson era: "Quiero hablar con cordura al pueblo americano". Seguramente por eso no salió elegido. No hablar con cordura al pueblo español es lo que hacen los nuestros de fábrica.
Cristiano Ronaldo ha inaugurado una estatua de su figura en Madeira. 3.40 metros de altura y 800 kilos de bronce de los que unos cuantos están concentrados en el ostentoso paquete. Tiene tantos eggs como los políticos, que no suelen hacerse esculturas (salvo ese espanto que Fabra plantó en el aeropuerto de Castellón y que está entre el señor Patata, los Goris de Fraguel Rock y una falla a medio quemar). Pujalte y Hernando tienen esos huevos a la hora de soltar perlas a los periodistas. Sólo les falta abrirse de piernas como Cristiano antes de lanzar una falta. Como su escultura. Y chutar.