La crónica rosa de Es la mañana de Federico ha contado con Beatriz Cortázar, Alaska y Carmen Jara, y ha incluido gran parte de los temas de la actualidad social de la semana. Esta vez, centrada en los cambios en las relaciones de la Casa de Alba con muchos amigos y conocidos de la duquesa una vez que ésta ha fallecido.
La mayoría de esos cambios han sido vistos o intuidos en el funeral o la misa en Sevilla por el alma de la duquesa, donde la familia más cercana a Cayetana ha apartado o marginado a personas hasta ahora muy cercanas a la matriarca como Carmen Tello o el maestro Curro Romero, desplazados a otras filas en favor de otros. A ambos, explicó Cortázar, contradiciendo otras informaciones publicadas, se les aseguró que tenían una fila disponible en la iglesia para luego, antes de la misa, desplazarlos hacia atrás en un gesto que dio lugar a "situaciones incómodas".
Tal y como aseguró Beatriz Cortázar en esRadio, lo que ocurrió en la misa sevillana fue, como poco, inesperado. Y ha dado lugar a ausencias notorias en las posteriores, así como desencuentros con los Alba de esas personas que, sin embargo, y pese a que han acaparado titulares durante toda la semana, no han querido venderlos a la prensa. Al ver las "malas caras" en las ceremonias (y señalando que quizá la excepción ha sido Eugenia Martínez de Irujo, muy cariñosa con las visitas), "acabaron diciendo que, como a quien querían era a ella, no iban", explicó la periodista en Es la mañana.
"Este tipo de escenas no tienes por qué soportarlas porque lo que quieres es rezar por tu amiga, a quien has querido, y eso lo puedes hacer en tu casa. De modo que han dicho: no vamos porque no somos bien recibidos, hay muchas tardes para ir a rezar por ella", explicó Cortázar. Ni Romero ni Tello han querido hacer polémicas ni vender el tema a la prensa, sino que "simplemente no han ido" a la ceremonia.