Natalia Verbeke compareció ante los medios al haber sido nombrada madrina de una nueva agua tónica. La expectación estaba servida, ya que era su primera aparición después de su repentina ruptura, apenas unos días antes de casarse con el restaurador Jaime Renedo.
"Estoy muy bien a pesar de todo, tengo una familia maravillosa que siempre ha basado sus valores en el amor, y me ha enseñado que hay que ser feliz y optimista en la vida. Tengo la suerte de que a mí no me cuesta nada conseguirlo. Lo que me ha pasado no es un palo -así lo definió la propia Natalia-. Es una crisis, un palo es un cáncer".
La actriz Natalia Verbeke estuvo en todo momento alegre y animada, y no tuvo ningún problema en hablar de lo ocurrido, demostrando lo feliz que se siente. "Lo que me ha ocurrido, es lo mismo que le pasa a mucha gente, la diferencia es que yo soy una persona conocida, y el tema se magnifica. La noticia saltó a la prensa, unos días antes de la boda, pero nosotros lo habíamos decidió un mes y medio antes", aclaró
En el transcurso de la conversación que mantuvimos, Natalia aseguró que no ha habido terceras personas, pero que tenía muy claro que no había retorno. "Mi familia está encantada con la decisión que he tomado, todo está muy reciente y por el momento, entre Jaime y yo no hay amistad, pero con el tiempo nunca se sabe", así de contundente fue su declaración.
Al preguntarle por una fotos recientes con su anterior novio, el también actor Gonzalo de Castro, en las que se les veía besándose, Natalia quiso aclararlo: "Con mis amigos y amigas, me doy picos en los labios, eso no significa, que vayan a ser mis novios. Tanto con Gonzalo, como con Miguel Abellán me llevo muy bien, son grandes amigos míos, pero nada más".
La actriz quiso dejar claro que el luto ya lo había pasado, y que por supuesto, estaba abierta al amor, que lo había estado siempre, y que nunca había querido casarse, a pesar de que el amor es el motor de su vida.