Desde que María José Campanario consiguió reanudar sus estudios de odontología hace un par de años, se puede decir que es una mujer feliz, ya que sabe compaginar sus obligaciones con la familia sin tener que dejar a un lado sus estudios.
Una vez solucionados, los problemas que tuvo en su momento en la Universidad Privada de Madrid por su imputación de intento de estafa a la Seguridad social, y que le costaron su expulsión, la esposa de Jesulín de Ubrique lleva dos cursos estudiando en Portugal. Como ella misma ha manifestado en diferentes ocasiones, está feliz al estar consiguiendo el sueño de poder licenciarse en Odontología.
Hace unos días no pudo asistir al bautizo de María del Pino, la hija de su cuñado Humberto, y enseguida saltaron las alarmas al no conocerse el motivo de tal ausencia. La propia María José no ha tenido ningún problema en explicar que le fue imposible acudir por estar liada con exámenes, que sintió mucho no poder estar, pero que sí lo hicieron los demás miembros de su familia.
Lo mismo ocurrió en la rueda de prensa que se organizó hace un par de semanas para presentar la película Torrente 5, en la que su marido interpreta un destacado papel, y ella otro de menos envergadura, y en la que tampoco se pudo personar por el mismo motivo. No le venía nada bien, el tener que desplazarse desde Oporto, en cambio, sí lo puedo arreglar para no faltar el día del estreno.
El caso es que al matrimonio, le va tan bien como siempre y visto los últimos acontecimientos familiares, la relación del torero con su hija Andrea, la que tuvo con Belén Esteban parece que cada día va mejor.
Ya era hora que el diestr, le hiciera un poco de caso, porque ha estado casi dos años sin ver a su primogénita.