Alberto II, padre del rey Felipe de Bélgica, reconoció su falta de preparación cuando asumió la corona belga a la muerte de su hermano, el rey Balduino, en 1993, durante una entrevista emitida por la cadena RTL-TVI.
"Ser rey es un destino, a veces un rey no está en la línea sucesoria... Yo estaba mal preparado, tenía la preparación económica, pero no la política", señaló el rey Alberto durante esa entrevista hecha con motivo de su 80 cumpleaños y en la que pasó revista a su vida familiar y a sus veinte años de reinado.
Alberto de Bélgica sucedió al rey Balduino, que murió sin descendencia directa en agosto de 1993. "Mi hermano siempre me decía: 'Pregúntame lo que quieras, que estoy obligado a responderte'. Pero a mí no me apetecía y siempre acabábamos hablando de otras cosas", señaló el rey Alberto, que subrayó la cercanía y la estrecha amistad que le unía con su hermano mayor, pese a tener caracteres muy diferentes.
Preguntado por el entrevistador sobre a quién debe de confiarse un rey, Alberto de Bélgica respondió que "a su principal colaborador y a su esposa. Hablaba mucho de mis problemas a mi esposa", la reina Paola, presente en parte de esta entrevista que se ha emitido en dos piezas lunes y martes y que se ha grabado en su residencia oficial de Bruselas.
En lo referente a las tareas de un monarca, el rey Alberto señaló que "un rey no negocia a la manera de las políticos. El rey negocia dejando pasar el tiempo, planteando cuestiones que hagan reflexionar a su interlocutor... El rey siempre debe de ser extremadamente reservado".
Alberto de Bélgica, que en la entrevista se mostró cercano y con respuestas directas, señaló también que algunas veces se enfadó en su reinado, "pero muy pocas veces. Me enfadé una vez, pero era más por la situación, era más indignación que cólera, y fue porque más bien era una situación que me pareció inaceptable".
El anterior monarca de los belgas se refería así a un episodio de enfado que tuvo cuando el país, tras las elecciones legislativas de 2010, pasó un año y medio sin gobierno ante la incapacidad de los partidos para ponerse de acuerdo al respecto y cerrar la crisis política.
El rey Alberto, que tras su abdicación el 21 de julio de 2013 ha conservado el título al igual que la reina Paola, recordó durante la entrevista que el "mejor recuerdo fue cerrar" esa crisis.
Su peor momento de reinado, recordó, fue la conmoción y angustia que vivió el país por el caso del pederasta y asesino Marc Dutroux a mediados de los noventa o el accidente de un autobús de escolares belgas en Suiza en marzo de 2012.
Respecto a si tiene pensado escribir sus memorias, Alberto II fue categórico en su respuesta: "No... Lo que se ha dicho en los discursos es lo que hay que saber. No creo que sea necesario saber más que eso".
"Creo que el punto de vista de uno puede no ser el más justo y uno arriesga ser más severo en determinadas situaciones. Me quedo en la neutralidad", agregó.
El rey Alberto admitió que "sí, sin duda, es complicado" gestionar a la familia real, pues explicó que "hay mucha gente pendiente de la familia real y el menor de los problemas se hace publico. Eso es difícil de gestionar".
Alberto y Paola también hicieron algunas revelaciones como que hace unos años, sin revelar la fecha, se casaron por segunda vez en el sur de Francia, una segunda boda, que dijeron "nos ha unido más", después de reconocer que en su momento tuvieron problemas matrimoniales.
"No había nadie más que el cura y nosotros, no hubo fotos", dijo el rey Alberto, que también reconoció que, además de "ser muy tímido... a veces soy insoportable, por el pesimismo y la inseguridad".