Miguel Ángel Perera: "Estoy loco por tener un hijo"

Miguel Ángel Perera es, sin lugar a dudas, el triunfador de la presente Feria de San Isidro que ya está llegando a su fin. Las dos tardes que ha toreado, ha logrado salir por La Puerta Grande.

El extremeño está viviendo uno de los mejores momentos de su vida, y no solo a nivel profesional. En el personal está feliz junto a su mujer, Verónica Gutiérrez, hija del maestro El Niño de la Capea, con la que se casó el pasado 19 de octubre en la catedral de Salamanca, ante 600 invitados, y donde acudió lo mas granado del mundo del toro.

Me llamó la atención la presencia de su esposa en la plaza, siguiendo muy atenta la faena de su marido. "Siempre que puedo voy a verle, lo prefiero a quedarme en casa esperando la llamada, una vez terminada la corrida. Me acostumbré desde pequeña cuando iba a ver torear a mi padre". Así me lo explicó cuando estuve con el matrimonio después de la corrida en el Hotel Palace de Madrid, donde el torero se cambió para después reunirse con parte de su familia y cenar juntos. Perera estaba feliz, como es lógico, por el éxito obtenido, y no paraba de jalear a su ahijado, un pequeño que estaba feliz en brazos de su padrino. "Me encantan los niños, espero que Verónica, con la euforia de estas tardes, se anime pronto", comentó con gran sentido del humor.

Según la propia Verónica me explicó, el diestro ha hecho historia, porque ha sido el primer torero en salir por la Puerta Grande, al haber cortado dos orejas a un mismo toro de la ganadería del hierro de Adolfo Martín.

La plaza de toros de Las Ventas estaba, como se suele decir, a reventar. No había ni una sola localidad sin vender, y todo el mundo hacía el mismo comentario. La faena de Perera había sido lo mejor de la temporada.

Coincidí en el tendido 11 con Carmen Martínez-Bordiú, gran seguidora del diestro extremeño, que iba acompañada por su novio, el empresario, Luis Miguel Rodríguez, mas conocido por "El Chatarrero". En dicho tendido se puede ver la exposición de vestido de luces del también maestro Enrique Ponce. "Para mí es un honor exponerlos en la plaza de toros más importante del mundo, ya que estos vestidos son parte de mi vida, y les tengo un cariño especial". Así fueron sus palabras durante el acto de presentación, en el que estuvo acompañado por su inseparable esposa, la guapísima Paloma Cuevas. "Tengo la suerte de estar casada con el hombre más bueno y generoso del mundo. Es un marido ejemplar y como padre ya no sé cómo calificarlo. Las niñas lo adoran, y reconozco que somos cada día más felices".

Indudablemente, después de 18 años de matrimonio, no todo el mundo puede decir lo mismo.