La crónica rosa de Es la mañana de Federico ha versado sobre el sorprendente posado de Raquel Mosquera en Inteviú, un reportaje del que Beatriz Cortázar, presente en la mesa de esRadio, desveló algunos jugosos detalles nuevos. Según la periodista, un "infiltrado" le reveló algunas de las anécdotas de la sesión, que de alguna manera ha conseguido rehabilitar a la revista Interviú a modo de un "último hurra" con una "portada histórica" de las que hacía tiempo no lograba.
"Me consta que le han pagado mucho a Raquel, o mucho en los tiempos que corren, ya que la revista necesitaba un pelotazo", explicó la periodista en Es la mañana de Federico. "Hacía mucho que no hablábamos de una portada de Interviú", poblada desde hace mucho por personajes televisivos y tronistas que, al fin y al cabo, "ya habíamos visto desnudos", explicó Beatriz Cortázar, que confirmó que las imágenes habían sido retocadas... pero no como podríamos esperar: "Ese pecho está retocado, ha pasado por quirófano... pero para reducir, ya que antes había más".
La única condición de Mosquera para las fotos fue, según Cortázar, dejarse las bragas puestas. "Dijo que haría lo que quisieran, y que le parecería fenomenal todo, pero sin quitarse nunca las bragas. Sin sus bragas no se hacía ninguna foto", independientemente de que se fueran o no a ver en la imagen, explicó la periodista.
"Ella estaba muy nerviosa y con mucha vergüenza, porque en estos estudios fotográficos hay mucha gente. Dio orden de que cuando se quitase el sujetador sólo estuvieran el fotógrafo y quien coloca la escena", y así se hizo. No obstante, existe un último detalle: al estar tan nerviosa, y para lograr el ambiente relajado para que las imágenes fueran más simpáticas, "se bebieron dos litros de mojitos con hierbabuena, ron, y todo acabó siendo una fiesta. Raquel se reía de lo que pensarían los demás".