Aunque seguimos sin saber por qué es famosa Kim Kardashian, la exclusiva de su boda podría convertirse en una de las más caras de la historia. Según Hollywoodlife, el medio que quiera hacerse con las fotos del enlace tendrá que pagar a la pareja 21 millones de dólares: 15 millones de euros. Ahora se entiende la obsesión que han tenido los novios por preservar todos los detalles: incluso llegaron a repartir móviles a los invitados para que no se sintieran incomunicados, porque les habían quitado los suyos para evitar así un "riverazo" como el que aguó la exclusiva a Francisco Rivera Ordóñez. Sólo hay media docena de selfies colgados por el diseñador de Balmain en su Instagram que apenas dejan ver el codiciado vestido: un diseño con mucha perla y pedrería.
La pareja modelo-futbolista ha calado en Vogue. Si en el último número de la edición española de la revista los protagonistas son Irina Shayk y Cristiano Ronaldo, en la brasileña han apostado por Giselle Bündchen y Neymar. Aunque no son pareja, sí son naturales del país carioca, sede del Mundial. Las fotos, tomadas hace unos días en Barcelona, también son obra de Mario Testino, que ha conseguido que el futbolista se quite, por fin, la famosa gorra de rapero que luce siempre.
Jesulín de Ubrique, a punto de careo con Belén Esteban. El torero estaba dando una rueda de prensa a la que ha acudido un reportero de Sálvame. Cuando ha intentado ponerle en contacto con la presentadora del programa Paz Padilla para transmitirle una pregunta de Belén en directo, Jesús Janeiro ha evitado el encontronazo. Aún así, Belén le ha dicho que "le desea mucha suerte, y que está muy contenta de que su hija Andrea se vaya a ir con él de vacaciones".
Kate Middleton la monta por enseñar las bragas... o la ausencia de ellas. La revista Bunte ha publicado unas fotos que llevaban un mes guardadas en un cajón en las que una ráfaga de viento levanta la falda de la duquesa de Cambridge, dejando ver parte de su trasero, cubierto quizá por una prenda de ropa interior tan pequeña que no se aprecia. Un fotógrafo anónimo tomó la imagen durante el viaje oficial de la pareja a Australia, y sólo ahora la publicación germana se ha atrevido a enseñarlas.