La crónica rosa de Es la mañana de Federico ha comparado los casos de fraude que afectan a dos personalidades tan distintas, pero ambas tan conocidas por los españoles, como la infanta Cristina e Isabel Pantoja. En el caso de la tonadillera, la Fiscalía valora aumentar la pena por delito continuado, lo que motivaría el muy mediático ingreso en prisión de la cantante, que hasta ahora había conseguido zafarse de la cárcel.
Tal y como aseguró Federico Jiménez Losantos, se trata casi de un "asunto psicopolítico parajudicial". Y es que las palabras del abogado de Pantoja, que atribuye a las "hormonas" y el "estado anímico" la incapacidad para ver el fraude de Julián Muñoz, van a traer cola. Cuando es Pantoja "nos reímos", pero si es la infanta -al fin y al cabo, juzgada por un delito similar pero mucho mayor-, la risa es más difícil. "La historia es muy parecida, alguien tiene una pareja y roba con ella, uno va a la cárcel y al otro se le exculpa de alguna manera".
Se trata de mentiras que se usan para la defensa de esa parte del juicio. Según Rosa Belmonte, alegar "enamoramiento como enajenación transitoria" en un juicio es comprensible, sobre todo si eres abogado. Pero de ahí a mencionar las hormonas, hay cierta diferencia. "Uno por amor puede hacer cosas, pero robar y quedárselo no. Por amor atracas un banco, pero no te quedas el botín". ¿Por qué no utilizó Maite Zaldívar esa técnica? Quizá, señaló Belmonte, porque ya "llevaba mucho tiempo casada".
En todo caso, si el Supremo falla contra Isabel Pantoja, cosa que parece probable, podría significar lo mismo para la infanta Cristina. "Y si no lo hacen demuestra que quieren sacar a hombros a la infanta". Al fin y al cabo, al sistema le da igual el "descrédito" si a cambio mantiene la "cuota de poder".