Tal y como informa Beatriz Cortázar en ABC, José Fernando Ortega Mohedano se ha salido con la suya. Tras abandonar la cárcel, donde estuvo varios meses en prisión preventiva, el joven ha dejado también la clínica barcelonesa en la que fue ingresado para una cura de desintoxicación.
Se suponía que José Fernando iba a pasar ocho semanas en un tratamiento intensivo, pero cuando supo que la condena era inferior a dos años de prisión él mismo finiquitó esa estancia y pidió volver a Sevilla.
Allí compartió piso con otros chicos que habían pasado por ese proceso, se apuntó a un gimnasio y acudió al Instituto Galeno del Marismeño para hacer terapia. Pero lo hizo apenas unos días, informa Beatriz Cortázar.
Pepe el Marismeño, que había asumido la responsabilidad de sacar al joven de las drogas, pronto comprobó que José Fernando estaba poco dispuesto a asumir cualquier tipo de disciplina. La Semana Santa, sin ir más lejos, la pasó entera de juerga.
José Fernando ha reanudado la relación con sus compañías habituales, consideradas peligrosas por su familia, que recientemente tuvo que afrontar también el ingreso en prisión de Ortega Cano.
Hace pocas semanas José Fernando aseguró al juez que afrontaría todo tipo de terapias para conseguir la libertad. Ha tardado muy poco en desdecirse.