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Ana Obregón y el torero Israel Lancho ¿romance a la vista?

Ana Obregón hizo muy buenas migas en unos premios con el torero Israel Lancho.

Ana Obregón | Cordon Press

El extraño estado de soltería de Ana Obregón, a caballo desde hace tiempo entre España y Estados Unidos, podría estar a punto de dar un giro radical. Tal y como aseguró Beatriz Cortázar en la crónica rosa de Es la mañana de Federico, "esto puede ser el principio de algo muy importante o pasajero, o un quelque chose típico de estas fechas", anunció la periodista en esRadio.

Obregón, presente en unos premios celebrados en el mítico local madrileño Why Not, acudió a recibir uno de los galardones de una velada en la que se reunieron multitud de celebridades y rostros famosos. En ese conocido templo del barrio de Chueca coincidió con el joven torero Israel Lancho, a quien todos describen como muy alto, encantador y también muy apuesto.

La química entre ambos fue inmediata y ni Ana ni él perdieron el tiempo. Ambos hicieron muy buenas migas. Lancho, de carácter tímido y a quien le costaba hablar en público, cayó en las redes de la famosa presentadora y actriz, siempre extrovertida y amable. Lancho compartió mesa con Obregón, que acaba de cumplir 59 años y le saca más de dos décadas- durante toda la velada. El torero, por su parte, le entregó un premio y la química entre ambos -según apuntó Beatriz Cortázar- resultó evidente para todo el mundo. "Les pusieron croquetas y al final de la noche seguían en la mesa", relató la periodista.

Lancho, de 34 años, no es una primera figura del toreo, y su carrera ahora mismo se desarrolla sobre todo en América, en pequeñas plazas mexicanas, y mucho más desde que hace un tiempo tuviera una cornada gravísima en Madrid, hace ya algunos años. No es su primer contacto con la rumorología de la prensa rosa: en su momento también se le vinculó con la presentadora Anne Igartiburu.

¿Cuajará esta relación como amistad o incluso como romance? Ana Obregón, desaparecida desde hace un tiempo de las portadas de la prensa rosa, bien necesitaría un romance de aquellos que acostumbraba, para así orquestar un sonado regreso. Y ni que decir que el joven Lancho, aún desconocido por su labor en los ruedos, podría beneficiarse de la fama que le reportaría salir con una celebridad como Obregón.

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