El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llegó el lunes a Holanda para participar en dos cumbres internacionales, una sobre la seguridad nuclear y la otra del G7 para tratar la crisis en Ucrania, así como para una visita bilateral.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la reina Máxima de Holanda mostraron en todo momento una excelente química, en una imagen que, por lo relajado, recuerda a las recientes risas del norteamericano junto a otra elegante mandataria rubia, la primera ministra danesa Helle Thorning-Schmidt, y el célebre selfie en el funeral de Mandela. Las imágenes del trío riendo momentos antes del comienzo de la cena en el Huis ten Bosch así lo atestiguan.
Después de la apretada agenda oficial europea de la semana, que culminará en Bélgica con una reunión de la OTAN y más tarde en Roma y el Vaticano, Obama participó en esta cena de trabajo con el rey Guillermo de Holanda. Allí el estadounidense pudo relajarse en compañía del monarca y de Máxima de Holanda, una reina consorte que compite con la primera dama Michelle Obama en elegancia.
Obama llegó al aeropuerto internacional de Schipol, en Ámsterdam, donde fue recibido por el embajador estadounidense en los Países Bajos, Timothy Broas, el ministro neerlandés de Asuntos Exteriores, Frans Timmermans y el director de protocolo del Gobierno holandés, Govert-Jan Bijl de Vroe.
Tras llegar a Holanda, la delegación estadounidense se dirigió al Rijksmuseum de la capital neerlandesa, que ha cerrado sus puertas al público para que el presidente de Estados Unidos pueda visitar la pinacoteca.
Al término de esa visita, Obama celebró en La Haya una reunión bilateral con el primer ministro de Holanda, Mark Rutte, anfitrión de la III Cumbre sobre Seguridad Nuclear, a la que asistieron una cincuentena de dignatarios internacionales y los de varios organismos internacionales, como el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
El presidente también acudió a una cumbre extraordinaria de los países del G7 (Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Canadá, EEUU y Japón) para abordar los siguientes pasos a dar en su relación con Rusia, por su participación en la crisis ucraniana y las tensiones que ello ha provocado.
En las últimas horas y pese a que, tras la incorporación de Crimea a la Federación Rusa el presidente Vladímir Putin dio por cerrada la crisis, las tensiones en esa antigua región autónoma ucraniana han continuado.