La presentadora Raquel Sánchez Silva pasó el jueves un mal trago en la entrega de los premios de la revista AD de interiorismo. La conductora de Deja sitio para el postre abandonó precipitadamente y en taxi la fiesta a la que acababa de llevar tras conversar con una periodista.
Acompañada de un amigo, informa Terra, la presentadora no se quedó a la entrega de los galardones y ni siquiera llegó a entrar al lugar. La entrega se quedó de esa manera sin uno de sus principales rostros, pese a que gran parte del mundo del espectáculo y el famoseo español se dieron cita en la fiesta.
El trágico fallecimiento de su marido Mario Biondo está todavía reciente, como también las informaciones que la vinculan a una nueva pareja. Entre una cosa y otra, la prensa del corazón ha mirado con lupa la conducta de la presentadora, así como todos sus movimientos. La Justicia italiana requirió, a petición de la familia italiana de su marido, el testimonio de Raquel, ya que consideran que hay circunstancias extrañas en torno a su muerte que no han sido resueltas.
Sin duda, la tensión acumulada ha pasado de nuevo factura a Raquel Sánchez Silva, que acudió al evento en un elegante vestido largo que muy pocos pudieron admirar.