La participación de la Casa Real de Inglaterra en la Conferencia de Londres en contra de la caza de animales en peligro de extinción sigue generando críticas. Sobre todo cuando casi a la vez se descubrió que los príncipes Guillermo y Enrique habían venido a España para cazar jabalíes y perdices en una la finca "La Garganta", en Córdoba, propiedad del duque de Westminster.
Pocos días después de su visita a España, el príncipe Carlos y sus dos hijos abrieron la Conferencia de Londres contra la caza de especies en peligro de extinción, como los elefantes, rinocerontes y tigres, contra el comercio de marfil y pieles.
A todo esto se le une ahora, según publica el Mirror, una fotografía del príncipe Enrique junto a un búfalo muerto, que supuestamente él mismo habría matado. Esta imagen fue realizada en 2004 en Argentina, en un viaje con su entonces novia Chelsy Davy.
Esto está creando problemas de credibilidad y críticas a la Casa Real inglesa, por haber puesto la cara y la voz a la Conferencia de Londres en defensa de los animales en peligro de extinción y, sin embargo, ejercer la caza en entornos controlados.
El diario británico recoge la reacción de un portavoz de Kensington criticando que ahora se utilicen estas fotos y destacando cómo los príncipes han luchado "contra el comercio ilegal" de especies protegidas". "Como su padre y su hermano, el príncipe Enrique siempre ha sido un gran impulsor de las campañas para proteger" especies en peligro.