El periodista Paco González se ha reincorporado este martes a los micrófonos de la Cope dos semanas después de la agresión que sufrieron su mujer e hija a manos de una admiradora del locutor, Lorena Gallego, y un acompañante.
En su vuelta el locutor ha empezado Tiempo de Juego centrándose en lo deportivo, pero después ha querido dedicar unas palabras a lo sucedido. Emocionado, con la voz entrecortada en alguna ocasión, llevaba todo anotado en un papel para no olvidarse. Primero relató lo sucedido hace 13 días: "Intentaron matar a mi mujer e intentaron hacer lo mismo con mi hija. Mi hija está casi recuperada. Íñigo -su hijo pequeño- está siendo el héroe silencioso de la historia, tirando del carro con una personalidad impropia. Maite -su mujer- está viva. Está sacando fuerzas de no sé dónde. Está viva y con ilusión de intentar ser feliz. De momento no le sale, pero le saldrá".
"Nos gustaría despertarnos y que fuera julio o agosto y que la pesadilla quedara muy lejos. Será un proceso lento, sobre todo para Maite. Las frases de "te voy a matar" o "no es una cuestión de dinero" son difíciles de olvidar", señaló.
"Se pasará con el tiempo y el primer paso es valorar lo que tenemos. Gracias a Dios porque siguen vivas, fue un milagro". Quiso dar las gracias. Primero, "a mi hija, por salvar mi mujer y a mi mujer por salvar a mi hija. También a Jesús Barrantes, que provocó que los agresores salieran huyendo. También a la Guardia Civil sobre todo por el trato. También a todo el Hospital Puerta del Hierro. Gracias a los amigos, de Maite, de María, de Íñigo. Gracias a toda la Cope, no solo deportes a todos. A los compañeros de todos los medios y a los amigos y compañeros de Telecinco, Mediaset y antiguos compañeros".
"Y termino dando gracias a los oyentes, nunca podremos devolver tanta ayuda y nunca la podremos olvidar. A partir de estos momentos no tengo intención de volver a hablar del asunto, no me importa nada más. Ni siquiera el juicio de los asesinos, ni el odio eterno que les tendré. Por favor, pido que no haya cámaras detrás de mi mujer y de mi hija. Les pido a mis compañeros que empecemos ya, gracias a todos y perdón a todos los que no he podido contestar".
El discurso ha concluido con la ovación de sus compañeros que estaban en el estudio.