Europa Press ha grabado las primeras imágenes de Iñaki Urdangarín desde que se conoció la imputación de su mujer. Ha sido en Ginebra, a primera hora de la mañana. Las cámaras le esperaban en la puerta de su domicilio, pero no en la entrada principal, sino en una portezuela trasera por la que, según El Programa de AR, salen y entran el duque y su esposa para escapar de los reporteros. Al ver a la prensa, se ha dado la vuelta y ha vuelto a entrar en casa, algo nada sorprendente. Todo lo contrario que su atuendo: en las imágenes Urdangarín lleva una bolsa grande al hombro y un gorro negro de lana entre gorro de pescador y pasamontañas. Las bromas están servidas, porque el look oscila entre mendigo y ladrón.
Ahora el juez Decano (no el juez Castro) tiene la responsabilidad de decidir cómo va a ser la declaración de la infanta, y si llegará a la Audiencia de Palma de tapadillo o caminando por la famosa rampa, como han hecho el resto de los imputados. De momento, el día elegido, el sábado, elimina la posibilidad de que Cristina entre por la puerta principal. El ministro Gallardón ya ha dejado claro que si de él dependiera, Cristina no haría el famoso paseíllo.
Kiko Rivera ha pedido perdón a su hermana Chabelita. De nuevo Twitter ha sido el medio elegido por el hijo de Isabel Pantoja para intentar acercarse a su hermana, después de haber hecho lo imposible porque la chica rompiera su relación con Alberto Isla. "Eres y seguirás siendo la niña de mis ojos. Perdona por quererte pero hacerlo a mi manera (sic)", ha tuiteado el DJ, que mañana quizá nos sorprenda diciendo que él no ha sido y que han hackeado su cuenta.
En Sálvame han llegado a las manos (ya han tardado). Guionizado o no, el programa ha vivido hoy un momento surrealista cuando Karmele Marchante ha golpeado con su bolso a Kiko Matamoros en los genitales mientras repetía la frase "qué asco me das". La periodista atraviesa uno de sus peores momentos: además de descubrir que su pareja le era infiel, está viendo cómo sus compañeros se mofan de ella cada programa.