"Mala, mentirosa y mala persona". Son palabras que la Duquesa de Alba le dedicó a Inka Martí, la mujer de su hijo Jacobo Fitz-James Stuart, en lo que supuso el inicio de un desencuentro que duró casi dos años. Tanto, que Jacobo Martínez de Irujo y su mujer se convirtieron en los grandes ausentes en la jornada festiva que se vivió en el Palacio de Dueñas en la boda de la duquesa con Alfonso Díez.
Sin embargo, el tiempo pasa y lo cura todo. Lejos de aquellos malos momentos, las aguas volvían a su cauce, y entre doña Cayetana, Inka y su hijo desaparecía toda tensión existente el pasado mes de marzo. "Sí, estamos todos totalmente reconciliados. Está todo muy bien" declaraba por aquel entonces la Duquesa.
Por eso, publica Europa Press, estos días festivos hemos podido ver a la familia unida como hacía dos años que no veíamos. La pasada noche del 24 de diciembre, Jacobo Fitz-James Stuart y su mujer, Inka Martí, regresaban al Palacio de Liria para celebrar en familia la cena de Nochebuena.
Incluso el distanciamiento entre Cayetano Martínez de Irujo y su hermana Eugenia podría haberse quedado atrás esta noche tan especial.
Una noche que se convierte así en única para Cayetana, que puede ver a sus hijos reunidos y felices para celebrar la Navidad. A la llegada de Jacobo e Inka se unía la del conde de Salvatierra, Cayetano Martínez de Irujo, que llegaba a Liria con su hijo Luis. Jacobo Martínez de Irujo, entraba junto a su mujer Asela Pérez Becerril y la hija de ambos, Asela.
La duquesa de Alba ha conseguido así reunir a toda su familia y a sus seis hijos para celebrar juntos estas fechas tan señaladas. Un acontecimiento por el que la familia se mostraba feliz, y así lo pudimos ver tanto la noche de la cena como el día de Navidad, cuando haciendo gala de su habitual simpatía, Fernando Martinez de Irujo aprovecho para felicitar las Navidades a los medios apostados a las puertas del Palacio de Liria.