Desde que murió Mario Biondo lo único que ha querido Raquel Sánchez Silva es rehacer su vida y empezar de cero. Una de las decisiones más difíciles que tomó fue dejar el piso que compartía con su pareja e irse una temporada al hotel de un amigo suyo, Kike Sarasola. Después, pasó todo el verano en Formentera buscando la paz que perdió el día que se enteró de la trágica noticia del fallecimiento de Mario. A su vuelta, se mudó a un loft en el barrio de las Letras de Madrid.
Llevaba viviendo allí tres meses, pero según Lecturas, la presentadora ha encontrado una nueva casa con todo lo que buscaba para instalarse definitivamente. El piso se encuentra en la céntrica calle de Génova -cerca de la sede del Partido Popular- y pretende mudarse antes de que acabe el año.
Como publica la revista, Raquel será vecina de Blanca Martínez de Irujo y de Patricia Rato, que vivirán a escasos metros de su escalera. La presentadora pagará alrededor de 2.500 euros al mes por el piso. Esta casa tiene 160 metros cuadrados y vistas a la plaza de Colón. En el salón hay una chimenea de estilo francés y la cocina fue reformada hace poco. El piso también cuenta con dos habitaciones y dos baños.
Con esta decisión, Raquel Sánchez Silva pretende dejar atrás todo lo que ha pasado en los últimos meses y convertir esta casa en su verdadero hogar. Por ahora, la presentadora está volcada en su nuevo proyecto televisivo, Deja sitio para el postre, un nuevo talent show donde reposteros famosos y anónimos lucharán por ser los mejores de España.