No ha sido un buen día para la Casa Real. Se ha conocido que Carlos García Revenga, el todavía secretario de las infantas Elena y Cristina, sigue imputado en el Caso Nóos, a pesar de que tanto él como el Fiscal habían solicitado el archivo de la causa. Por lo menos los Urdangarín pueden estar algo contentos: al parecer, según el Programa de AR, hay cinco compradores interesados en adquirir su casa de Pedralbes, todos ellos extranjeros.
La entrevista de Corinna en la edición americana de Vanity Fair es el enano que faltaba en el circo de la monarquía española. Para colmo, parece que fue ella la que se ofreció a aparecer, lo que confirma lo que venimos hablando hace tiempo: se muere por ser famosa. Ya lo intentó con las portadas de El Mundo y ¡Hola! y sus posados descalza, y ya eran muchos meses sin aparecer en los medios. Tantos como lleva el Rey de baja.
Cada una de las frases de la entrevista está realizada con doble intención, en algunos casos incluso maliciosa: "el Rey es un anciano caballero que lucha por su salud", dice la amiga entrañable, que deja claro que fue la amante del monarca cuando señala que "hay cosas que suceden y acaban en un momento dado". También hay para la Reina, con la que dice que se tropezó por accidente (se supone que se refiere a aquella vez en la que se cruzaron en la habitación de la clínica de Barcelona en la que el monarca acababa de ser operado). Sin duda la entrevista va a ser la comidilla de las muchas audiencias que tiene programadas el rey Juan Carlos este jueves; entre ellas, un encuentro con Susana Díaz, nueva presidenta de la Junta de Andalucía.