Mientras se realizaba la mudanza del palacete de Barcelona y la infanta Cristina se mudaba con los niños a Suiza, los duques de Palma prefirieron olvidarse de todos sus problemas pasando las vacaciones en familia, acompañados de la familia Urdangarín, su mayor apoyo estos meses.
Se han dejado ver por Bidart, muy relajados y despreocupados de todas las polémicas que giran en torno a ellos. Este año no han podido disfrutar de las aguas mediterráneas de Palma de Mallorca por los escándalos en los que está inmerso Iñaki Urdangarín. Sin embargo, han estado muy tranquilos más de dos semanas por las playas de Francia. Solo se dejó ver por Mallorca un día la infanta Cristina, para dejar a sus hijos con la reina Sofía.
Tras estas fantásticas vacaciones que ha pasado la familia unida, solo queda pensar que Cristina de Borbón apoya a su marido y que seguirá a su lado pase lo que pase. Con estas vacaciones veraniegas, el matrimonio ha demostrado que no van a separarse. Muchos comentaban que detrás del traslado de la duquesa de Palma de Mallorca a Ginebra, había una clara intención de divorcio. Sin embargo, después de ver cómo están, esos rumores empiezan a desvanecerse.
Podría pensarse, por lo tanto, que la única razón de la mudanza de los cuatro hijos y de la infanta Cristina es proteger a los pequeños de las críticas y polémicas que giran en torno a su padre, Iñaki Urdangarín. De momento, todos están disfrutando ya de su nueva vida en Ginebra.