Jessica Bueno ha vuelto de su escapada de Eibar, después de estar unos días con su novio, Jota Peleteiro. Al volver a Sevilla, la sorpresa no fue otra que la ausencia de Isabel Pantoja dejando a su primer nieto en la casa de la sevillana. Fue Anabel Pantoja la encargada de entregar a Francisco.
La polémica surge porque la última vez fue la tonadillera a los Morales para recoger a su nieto, después del enfado monumental de su hijo con Jessica. Este problema comenzó cuando la modelo decidió -sin previo aviso- llevarse al pequeño Francisco a Guipúzcoa durante los días que le correspondían a Kiko Rivera. Tanto se enfadó el DJ que se fue hasta Utrera para pedir medidas provisionales con carácter urgente para que esto no vuelva a suceder. El problema es que como aún no han firmado ningún acuerdo por la manutención y custodia del hijo, Jessica solo incumple un acuerdo verbal.
Además, la última vez que se encontraron la Pantoja y Jessica, la tonadillera aprovechó para dejarle claro que no pensaba renunciar a su nieto. Además, va a hacer todo lo posible para que la modelo siga viviendo en Sevilla, y que no aleje al crío de todo su entorno familiar. Sin embargo, la relación entre ambas partes, después de esta conversación, no ha mejorado, más bien ha empeorado. Ahora no es Isabel Pantoja quien recoge o deja a su nieto, en esta ocasión ha sido Anabel y Agustín Pantoja la que se acercó a los Morales. ¿Será que Isabel no quiere ver a Jessica?
Todos los reporteros, sorprendidos por esta novedad, preguntaron a Anabel si este cambio se debía a los problemas que hay entre Jessica y Kiko. Sin embargo, ella no quiso hacer ninguna declaración sobre la ausencia de la tonadillera. Por lo visto, los problemas entre las dos familias no disminuyen. Ninguno está dispuesto a ceder. El problema es que por ahora no parece que esta situación vaya a mejorar.