En todos los momentos clave de su vida, Kate Middleton hace guiños muy directos a su suegra, la siempre eterna para los británicos Lady Di. Así ocurrió en el anuncio de su compromiso, tanto en su aparición junto a Guillermo como en la foto oficial que distribuyeron después. Y, ahora, con el nacimiento de su primogénito, tercero en la línea de sucesión al trono, no ha podido ser más evidente.
El lunes 22 de julio, la duquesa de Cambridge ingresó en el hospital Saint Mary, donde llegó acompañada de su marido. El mismo centro médico en el que nació 31 años antes Guillermo, que fue el primer heredero en venir al mundo en un hospital en vez de hacerlo en el palacio de Buckingham.
Tan sólo 24 horas después de dar a luz, llegó el momento más esperado: Kate y Guillermo abandonaron el hospital y posaron junto a su hijo en el mismo lugar que los Príncipes de Gales lo hicieron al nacer éste. En ese primer momento todas las miradas estaban puestas en el pequeño y en los gestos de alegría de los primerizos padres. Pero un repaso más reposado de las fotografías volvió a dejar en evidencia la copia en el atuendo a Lady Di.
Kate, al igual que su antecesora, se decantó por un vestido de lunares. El de Diana, verde con lunares blancos; el de Kate, azul cielo con lunares blancos. Por supuesto, la princesa Catalina lucía el anillo de compromiso que siempre lleva consigo y que fue, recordamos, el de pedida de Lady Di.
En aquél momento, su hijo Guillermo explicó a la prensa que era para tener cerca a su madre y que nadie, ni siquiera su esposa, ocuparía su lugar. Ése fue otro momento clave, el anuncio de su compromiso, en el que Kate –con su propio estilo, claro– se decantó por un vestido que inevitablemente llevaba a pensar en Lady Di. Asimismo, la fotografía oficial que se distribuyó de los duques ya comprometidos era un calco a la que se hicieron los padres de Guillermo en su día.