La Crónica Rosa de Es la Mañana de Federico, que contó con la presencia de Beatriz Cortázar, trató entre otros asuntos la boda frustrada de uno de los mejores amigos de Elena de Borbón, el jinete Alfredo Fernández Durán, alguien -reveló la periodista- "de la pandilla de jinetes de la infanta".
Tal y como relató la periodista en esRadio, el amigo entrañable de la hija del Rey, "con quien se le relacionó cuando estaban solteros, e incluso estando ella separada de Marichalar", se había casado ya con la hija de un rico empresario de "familia pudiente" relacionado con la rama de los refrescos por lo civil.
Después de que la pareja obtuviese la nulidad matrimonial de ella, Alicia Daurella, la ceremonia religiosa -se casaron por lo civil hace ya dos años- se iba a producir en la finca de Ortega Cano, e iba a ser una ceremonia lujosa y repleta de invitados, entre los que estaba la propia infanta.
"Se organizó una ceremonia religiosa con invitados y una puesta escena preciosa, la novia llegó en coche de caballos, había tocados pamelas, la típica gran boda de verano".
No obstante, fue entonces cuando comenzaron los problemas. "Cuando están todos allí, se pone el novio al micro, y dice que ha habido problema de papeles, que no ha llegado alguno o falta el sello necesario, y que por tanto no se podía hacer la ceremonia religiosa". Pese a todo, tal y como contó Cortázar en Es la Mañana de Federico, "al final quisieron hacer una bendición, o una misa, para los invitados", y dejar la boda religiosa para una ceremonia íntima una vez los papeles estuvieran arreglados.
"Al final, todos estuvieron celebrando la no boda del amigo entrañable de la infanta. Ella fue con su corte de íntimas amigas y todo fue como una boda. Se lo pasaron pipa como amigos comunes que fueron".