Jorge Javier Vázquez ha querido ser lo más sincero posible en esta entrevista. Sigue siendo "el rey de la televisión", pero se va durante dos meses de vacaciones. Ha conseguido llegar al momento de madurez y serenidad que buscaba, asegura a la revista Semana. Está encantado con estas largas vacaciones. Aunque, por ahora "no tiene ningún plan", sabe que es necesario "desaparecer" de la televisión, para renovarse y volver con ganas. Reconoce que "le costó mucho" asimilar que sin él la audiencia seguía igual. Reconoce que Rosa Benito "le ha amargado muchísimas vacaciones" porque conseguía una cuota de pantalla "estratosférica".
Lleva ya seis años con su novio Paco. Jorge Javier confirma que "lo han dejado varias veces". Sin embargo, lo ve como algo positivo, porque así parece que siguen siendo "siempre como novios recientes". Con los años ve las cosas de otra forma. Antes valoraba la fidelidad de una forma especial. Ahora, ya no le da tanta importancia, solo pide "que no se entere si pasa". Ha confesado a la revista que antes estaba "permanentemente obsesionado" con intentar gustar a todos, pero ahora ya le da igual.
El último día de trabajo, la madre de Jorge Javier estaba en una sala de Telecinco, para darle una sorpresa. Él no se tomó bien esta visita inesperada. Confiesa que le ha dicho que no vuelva a pasar. Sabe que ella lo hizo solo porque creía que le iba a hacer feliz, pero él no quiere que salga en ningún plató de televisión. Sabe que ella no está preparada para la televisión. "Ella se lo toma como un juego, pero la televisión es un trabajo", sentencia el presentador de Sálvame.
Asegura que nunca ha entendido a la gente que sale de fiesta "para divertirse", porque él "salía para acostarse con alguien". El tema de sus fotografías robadas es delicado. "Me duele por mi familia", informa Jorge Javier. Cada vez está más de acuerdo con que hagan algún sitio privado, en los cuales "estuvieran prohibidas las cámaras". Ya ha empezado a pensar en nuevas ideas para escribir su segundo libro, aunque por ahora disfruta de su momento de gloría tras el éxito conseguido por el primero. Está sereno y feliz, exactamente donde quería estar.