Fernando Sieira, el hombre que estafó a la baronesa Thyssen nada menos que 18.000 euros a cambio de un supuesto vídeo porno protagonizado por Blanca Cuesta, ha sido detenido y encarcelado por las autoridades, tal y como publica Interviú.
Sieira aprovechó la conocida animadversión de Tita hacia su nuera y madre de sus nietos para amenazar y extorsionar a la baronesa, a la que habría conseguido estafar ese dinero a cambio de obtener un vídeo pornográfico -que resultó no existir- de la propia Blanca Cuesta haciendo el amor en un velero de veinte metros de eslora. El objetivo de Tita era, naturalmente, acabar con el matrimonio de su hijo Borja Thyssen con Blanca y principal razón de la eterna enemistad que la ha separado de aquél.
Sieira se citó el 11 de octubre de 2011 en un centro comercial con el guardaespaldas de Carmen Thyssen, Manuel Tubeiro, exigiendo 18.000 euros a cambio de un vídeo. La hipótesis de la Policía es que Sieira trató de extorsionar a la baronesa poniéndose en contacto con el periodista Jaime Peñafiel, quien había criticado en televisión a Blanca Cuesta posicionándose del lado de Carmen Thyssen en el eterno conflicto entre ambas.
De modo que fue el periodista Jaime Peñafiel quien puso en contacto a Sieira con el entorno de la baronesa. Manuel Tubeiro, hombre de confianza de Carmen Thyssen, fue quien se presentó a la cita con un sobre lleno de dinero y un guardia civil que se hizo pasar por un experto en arte, tal y como explica Interviú. Las autoridades habían ordenado a Tubeiro no entregar el sobre con parte del dinero hasta tener el DVD en la mano, pero éste hizo caso omiso y Sieira salió del centro comercial con el sobre y sin haber entregado el disco.
Más tarde el hombre de confianza de Carmen Thyssen les llamó para disculparse por echar abajo la operación, en nombre suyo y de su empleadora. La baronesa, en definitiva, había pagado por un vídeo porno de Blanca Cuesta sin ni siquiera haberlo visto. La Guardia Civil tuvo que seguir la investigación por otros derroteros y vigilar al estafador, que de manera confiada seguía llamando a la baronesa para pedir el resto del dinero. Paralelamente, Blanca Cuesta negó personarse ante el juez, asegurando que ese vídeo no podía existir, y que era la disposición de la baronesa a pagar por ese tipo de material lo que había generado el conflicto.
Las pesquisas llevaron a rastrear el teléfono usado por Sieira -perteneciente a un británico con un barco fondeado en La Coruña- pero resultaron en vano. La pista final la dio, sin embargo, el rastro delictivo de Sieira, que antes intentó chantajear al director de El Corte Inglés de La Coruña o a los propietarios de un local de alterne en Madrid, entre otras estafas relacionadas con el tráfico de drogas.
La Policía detuvo al estafador por chantejear al deán de la catedral de Santiago de Compostela por el robo del famoso Códice Calixtino, un famoso caso que saltó a la prensa y del que Sieira trató de aprovecharse. Los 18.000 euros pagados por la baronesa en ese momento ya no existían, pues los gastó jugando y viajando acompañado de prostitutas.