María Jiménez aparece esta semana en una entrevista exclusiva en la revista ¡Hola! en la que desvela que el pasado mes de marzo fue operada de un cáncer de mama. Una intervención que coincidió en el tiempo con la muerte de Pepe Sancho, y que vino a raíz de una "punzada en el pecho" y la consecuente exploración médica, en la que se descubrió un bulto.
"Se te viene el mundo abajo y tienes que mentalizarte de que, a lo mejor, te tienen que extirpar el pecho". No obstante, a la cantante, alejada desde hace algún tiempo de los escenarios, sólo le fue extirpada la zona afectada y el ganglio, sin necesidad de quedarse sin pecho. Ocurrió tan sólo un mes después del diagnóstico, en marzo. "Yo ya iba mentalizada de que si me tenían que cortar el pecho, pues adelante, que no pasaba nada".
Tras ello la doctora le comunicó que había sido eliminado en su totalidad, que estaba limpia. Tras la radioterapia, que acabará este mes de julio, sólo le quedará por afrontar las revisiones y analíticas en el mes de septiembre. Se está sometiendo a ella en una clínica de Triana, a la que acude todos los días en autobús. Pese a todo en ningún momento trascendió su enfermedad: "Y eso que durante un tiempo llevaba un bolso grande con el drenaje que me habían puesto tras infectarse la herida".
No obstante, asegura que aún le cuesta hablar sobre ello, y más cuando todo ocurrió de manera simultánea a la muerte de Pepe Sancho. "Estaba en Chiclana con Alejandro y me llamaron para decirme que Pepe había muerto. Me quedé bloqueada al enterarme, en blanco. Me decía a mí misma "¡qué coraje, qué coraje!, porque tres días antes había tenido que contarle a mi hijo que a su madre le habían descubierto un tumor".
Jiménez ya no mantenía relación alguna con Sancho desde hacía ocho años, algo que ella misma reconoce, pero aún se emociona al recordar sus años juntos. "Sobre todo por el niño, aunque también por Pepe y por mí. Han sido veintidós años los que hemos pasado juntos. Se dice muy rápido".
María no quiere recordar los malos tiempos con el actor, o cómo éste hizo firmar a su hijo Alejandro un documento "ante notario en contra de mí y a favor de él", todo a partir del libro que ella escribió y que provocó la denuncia y ocho años de "lucha en los tribunales". Ella tuvo que criar sola al niño, y llegó a aparcar su carrera para poder estar con él. Pepe Sancho iba a visitarle, "pero cada vez que venía a vernos a Chiclana eran broncas y más broncas para luego volverse a marchar. Un sinvivir, para qué te voy a decir otra cosa, Pepe tenía un carácter muy difícil".