Este jueves, la infanta Cristina de Borbón cumple 48 años. Se trata, sin duda, del cumpleaños más amargo de la hija del Rey, que al igual que su marido, y pese a no estar imputada, arrastra la pesada losa del caso Nóos desde hace ya largos meses.
Una celebración que se produce justo después de las declaraciones de Mario Sorribas, apoderado de Urdangarín en Aizoon, que aseguró que la empresa era propiedad del matrimonio al 50%, que no tenía trabajadores, y que podría reportarle al duque de Palma una nueva imputación por fraude a la Seguridad Social.
Pese a los intentos de Hacienda de blindar a la infanta, el juez Castro ha sido tajante al pedir a la hija del Rey todas las actas de la organización compartida con su marido. Las comparecencias en los juzgados de Palma se siguen sucediendo después de las del testaferro Robert Cockx o el empresario Miguel Zorío, que también trabajó para Nóos, caso que amenaza también con extender su dominio a Valencia con la personación de ocho concejales socialistas por el presunto desvío de varios millones de euros.
Cumplió años la pequeña Irene
Pero no es la única de la familia que cumple años este mes. El pasado día 5 de junio, la pequeña Irene Urdangarín de Borbón cumplió ocho añitos. El duque de Palma, siempre presto para tratar de llevar una vida normal, y sin descuidar su faceta como padre, fue el encargado de decorar personalmente la casa para la ocasión con globos de colores, que de manera muy mañosa se le vio colocando en los pilares del porche de la casa.
Al llegar del colegio, Irene Urdangarín no se esperaba encontrar todo listo para la celebración, y con la mochila a la espalda, tocó los globos muy emocionada. Los hermanos de la protagonista del día, Juan Valentín y Pablo Nicolás, también llegaron del colegio en coche y entraron en casa con ganas de celebrar el cumpleaños y ver a su abuela.
Una celebración a la que no faltó la Reina, que acudió al Palacete de Pedralbes. Su nieta Irene la esperaba ansiosa en el jardín de casa hasta que por fin llegó el reencuentro. Abuela y nieta se saludaron efusivamente, dieron un paseo por el jardín y se dirigieron juntas hasta el interior de la casa para ultimar los preparativos.
A continuación, fueron llegando los invitados y el resto de los familiares que no se quisieron perder este día tan especial para la niña, entre ellos, Ana Urdangarín, tía paterna.
La infanta doña Cristina, tras cumplir con sus compromisos profesionales, también estuvo presente en el cumpleaños de su hija y con muchas ganas de aprovechar la estancia de la Reina en la Ciudad Condal. Por eso, doña Sofía dejó Pedralbes a última hora de la tarde de ese día acompañada por su hija.
A la espera de si la familia Urdangarín se traslada a Londres, como se está especulando, para tener una vida mas discreta, madre e hija han aprovechado para tener más intimidad y poder hablar a solas.