La polémica del cierre de La Bardemcilla podría llegar a su fin más de un mes después de que trascendiese la decisión de la familia de actores, conocidos activistas de izquierdas, de echar a la calle a sus empleados, que desde el pasado 28 de febrero no reciben ingreso alguno. La razón, que no había suficientes beneficios.
La situación de los empleados se prolongó hasta el pasado martes 16 de abril, fecha en la que las partes se encontraron por la tarde en una reunión de dos horas.
Tal y como publica ABC, los once trabajadores del restaurante serán despedidos finalmente a través de un ERE, el mismo que la familia Bardem en principio quiso retirar, ya que "la ley actual no permite otra forma de terminar los contratos cuando el número de trabajadores sea igual o superior a diez", asegura un comunicado emitido por el abogado de la familia Bardem.
La intención inicial de los Bardem era que el Fogasa (Fondo de Garantías Salariales) se hiciese cargo de las indemnizaciones y pagase 20 días por año trabajado. Finalmente, el acuerdo en base al ERE ha sido de 35 días por año, además de otros 30 días de salario. La familia inyectará capital en la sociedad para pagar ellos mismos esas cantidades.
Mónica Bardem, dueña de los dos locales de La Bardemcilla en la capital, anunció a los empleados a principios de marzo que la empresa carecía de fondos, informa ABC, por lo que el restaurante afrontaría su cierre. Pocos días después aseguró que la situación económica era tal que el ERE era la única salida, y que las condiciones económicas del mismo serían las peores. Tendrían que recurrir a Fogasa para cobrar las indemnizaciones de 20 días por año trabajado, sin el mes de marzo.
Tras la polémica, los Bardem recularon y aseguraron en un comunicado que retirarían el ERE, culpando a Mónica de la decisión. "Hemos dado instrucciones claras a la administradora de la compañía para que proceda de inmediato a retirarlo", rezaba el texto. "No estamos dispuestos bajo ningún concepto a someter a nuestros trabajadores a un procedimiento de estas características amparándonos en una reforma laboral contra la que nos hemos manifestado públicamente".
Pero el acuerdo con los empleados seguía sin llegar. Éstos acusaron a los Bardem de intentar amedrentarles mediante dos burofaxes exigiendo que dejasen de hablar con la prensa bajo amenaza de denuncia.