Tal y como recoge la cabecera de Unidad Editorial, "Javier Ayuso favoreció a Urdangarían" antes de llegar a la jefatura de prensa de la Casa del Rey pagando 116.000 euros por un informe al Insituto Nóos en 2005. Posteriormente, tras su llegada a la Casa del Rey, propuso "una campaña" para rehabilitar al duque de Palma.
Según la crónica de Esteban Urraiztieta y Eduardo Inda, sucedió cuando Ayuso era director general de Comunicación e Imagen del BBVA. Entonces, había pedido al Instituto Nóos un dictamen sobre "la estrategia de patrocinios" de la entidad. Pagó 116.000 euros por un "puñado de powerpoints lleno de perogrulladas", según las fuentes consultadas por el diario El Mundo.
Ni Urdangarín ni Diego Torres firmaron la factura. En su lugar, firmó Antoni Ballabriga, el "cerebro gris del Instituto Nóos", como cuentan Inda y Urraiztietta, un "íntimo amigo de la infanta Cristina". Por parte del banco firmó Javier Ayuso.
La misma crónica cuenta que llama la atención que Ayuso se fijase en Nóos y no en empresas de prestigio o los numerosos profesionales del área de márketing del banco. Posteriormente, en febrero de 2012, el histórico periodista de Prisa, Javier Ayuso, aterrizaba en la Casa del Rey, coincidiendo con la declaración de Urdangarín ante Castro. La vieja amistad con Urdangarín "contribuyó en parte a su nombramiento", dice El Mundo. Desde entonces, Ayuso "se convirtió en el abanderado de la idea de rehabilitar la imagen del marido de la infanta Cristina ante la opinión pública".