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Letizia, la espectacular mujer de rojo

La princesa, ataviada con un abrigo de paño ajustado, pudo reencontrarse en su viaje a Asturias con una compañera de la infancia.

La Princesa y su ajustado abrigo | Cordon Press

La lluvia ha sido la encargada de recibir a don Felipe y doña Letizia a su llegada al Principado de Asturias, pero este no ha sido motivo suficiente como para borrarles la sonrisa de la cara. La pareja estaba muy ilusionada con volver a Asturias, tierra de la princesa.

A su llegada a Felechosa (Aller) la princesa de Asturias ha captado todas las miradas de los allí presentes por un sencillo motivo: su abrigo. Doña Letizia ha querido romper la sobriedad del día con un espectacular abrigo rojo que escondía bajo un enorme paraguas, que portaba ella misma. El rojo intenso del abrigo, informal pero elegante, contrastaba con la lluvia y el frío de un día invernal tan gris. Además, lo complementó con elegancia con unos acertados mocasines.

Por su parte, y tal y como publica Europa Press, don Felipe ha aguantado la lluvia, caminando al lado de su mujer pero fuera del paraguas, con tal de que doña Letizia no se mojase.

La visita de los príncipes a Asturias tenía como motivo la inauguración del Complejo residencial de Mayores "La Minería", donde han sido recibidos con alegría. Por su parte tanto don Felipe como doña Letizia se han mostrado cariñosísimos con los más mayores y no han dudado en atenderles uno a uno a su llegada. Además los príncipes se han preocupado de conocer todas las instalaciones del centro, entre las que destaca la presencia de un SPA.

Para el acto don Felipe ha elegido un elegante traje gris, camisa azul y corbata rayada en color berenjena y blanco. Además el príncipe, quien luce una favorecedora barba, se ha colocado una insignia del Principado en la solapa. Por su parte doña Letizia se ha decantado por colores sobrios para su atuendo -que ha roto con el llamativo abrigo rojo- y vestía un pantalón de pinzas a cuadros, un cuerpo negro con cuello en V y detalles, un blazer del mismo color y un foulard de colores. Sorprende que la princesa, fan de los taconazos, se haya decantado por unos mocasines negros, probablemente debido a la lluvia.

Del mismo modo que lo hacen con los más pequeños los príncipes de Asturias se han volcado por completo con los más mayores. Los ancianos, por su parte, también se han mostrado muy cariñosos con los príncipes y les han querido regalar un pequeño detalle, unas bolsitas de ganchillo hechas a mano. Todo han sido sonrisas en la vuelta de los príncipes a "su tierra".

Un regreso que generó, precisamente, la anécdota de la jornada, ya que Letizia pudo reencontrarse con una amiga de la infancia que es trabajadora del Instituto Oftalmológico, que ahora llega a su 125 aniversario. Ambas fueron compañeras hasta que la princesa se marchó para estudiar en Madrid, y en su reencuentro pudieron charlar y recordar tiempos pasados.

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