Los autores de la última biografía sobre Elizabeth Taylor, Darwin Porter y Danforth Prince, desvelan en Elizabeth Taylor: There is Nothing Like a Dame el voraz apetito sexual de uno de los grandes mitos del cine.
Según recoge Pronto, la actriz tuvo su primera relación sentimental a los 12 años, con el actor y director John Derek, aunque fue con Peter Lawford con quien perdió la virginidad. Poco después, Taylor decidió desplegar todos sus encantos para conseguir que el futuro presidente de EEUU y por entonces actor, Ronald Reagan, le diera un papel para una película: "Noté que quería estar conmigo, pero no se atrevía a dar el primer paso. Así que yo le provoqué. Ojalá hubieran estado haciendo el casting de Lolita, porque habría ganado el Óscar", aseguran los autores que dijo la actriz a unos amigos.
Tras rodar en 1948 Así son ellas, Elizabeth Taylor hizo muy buena amistad con su compañero de rodaje, Robert Stack. El actor se había convertido, por entonces, en uno de los grandes amigos de John F. Kennedy. Tras oír numerosas aventuras sobre la vida del ya presidente, Taylor quiso conocerlo y, según los autores, el actor, la actriz y el político hicieron un trío. No fue el único: protagonizó otro menage à trois junto a Marlon Brando y Montgomery Clift.
Sinatra la obligó a abortar
Durante el crucero que hizo en su luna de miel con su primer marido, Nicky Hilton, éste la maltrató en varias ocasiones, por lo que la joven actriz, que tenía 18 años, decidió finiquitar su matrimonio enseguida. Antes se tomó su venganza, acostándose con Rainiero de Mónaco en una escala del viaje y, a su vuelta a Hollywood, se citó también en secreto con Tony Curtis.
Poco antes de su divorcio con su siguiente marido, Michael Wilding, la actriz se obsesionó con Frank Sinatra, al que acabó seduciendo. Sus encuentros sexuales provocaron que la actriz se quedara embarazada, pero el cantante la obligó a abortar. Tras la muerte de su siguiente esposo, Mike Todd, Taylor también tuvo un romance con Paul Newman.