La verdad tras la visita de la baronesa a la clínica Ruber

El parto adelantado de Blanca Cuesta sorprendió ayer a la prensa rosa. El tercer hijo de Borja Thyssen, hijo de Tita Cervera, convirtió al matrimonio en familia numerosa y propició la sorpresiva visita de la baronesa, madre de Borja y cuya enemistad con la pareja es notoria desde hace años.

La baronesa decidió olvidarse temporalmente del juicio que sentará a su hijo y nuera en el banquillo y decidió presentarse en la Clínica Ruber de Madrid, generando toda clase de rumores sobre su posible reconciliación con el matrimonio.

Beatriz Cortázar desveló en Es la mañana de Federico la verdad detrás de ese encuentro. Tita Cervera, dijo, "se enteró por la prensa una vez más". Cuando nació su segundo nieto, "Borja le llamó corriendo y ella estaba navegando", de modo que no se presentó. Pero esta vez, explicó Cortázar, la noticia sí le llegó inmediatamente a la baronesa, que decidió presentarse allí de inmediato tras el parto, con toda la prensa esperando a las puertas de la clínica.

"A Borja le dijeron que estaba su madre, y él está muy bien educado, es sensato y cariñoso, buena persona", y accedió a encontrarse con su madre después de dos años. "Estuvo con su madre y Antonio, que es como de la familia".

"Pero –se pregunta Beatriz Cortázar- ¿vio a Blanca, conoció a Enzo? La respuesta es que sólo estuvo con su hijo. No estuvo con la madre ni conoció al nieto. Se encontraron y se hablaron". Pero nada más. El encuentro entre madre hijo transcurrió de manera afable y cariñosa. La baronesa se declaró feliz. "Pero la realidad es esa".

Tal y como recordó Cortázar en Es la mañana de Federico, "hay una denuncia de la baronesa en la que les piden pena de cárcel". Es más, la misma Tita Cervera "les ha negado públicamente". "Hay motivos para hablar y acordar antes de entrar en la habitación de una parturienta, todo como si no hubiera pasado nada".

La conclusión es que la baronesa, en definitiva y tal y como señaó Isabel González, en realidad "sigue en sus trece", aunque –eso sí– ahora tiene "una foto saludando y diciendo que todo fenomenal", tal y como señaló Beatriz Cortázar.