Por primera vez en mucho tiempo, hemos podido ver a la Familia Real en una misma foto asistiendo al mismo acto. Sin la presencia, eso sí, de Cristina y de su marido, que sigue formando parte de la web de la Casa con tratamiento de Excelentísimo señor. Sonrientes, e incluso compartiendo frases, han aparecido en acto oficial este lunes el Rey, la reina, los príncipes de Asturias y la infanta Elena, continuando con la recién estrenada política de sus asesores de dejarse ver mucho y comentar solo banalidades. Nada que aparezca en The New York Times o en la llamada prensa seria.
El desnudo de Mercedes Milá en la portada de Interviú ha eclipsado la segunda noticia de la revista esta semana: el contenido de la comida que degusta la Familia Real cuando realizan viajes oficiales a bordo de nuestra Fuerza Aérea. Aunque con ánimo de ser un reportaje de denuncia sobre lo que cuesta el cátering, lo divertido se queda en la anécdota: el gusto del Rey por el zumo de naranja amarga y el jamón sin tocino, la pasión de Felipe por las patatas sin sabor, o el vicio de Letizia con los kikos, que traga con ayuda de cola light. La reina cuida sus defensas como Lola Herrera, con Actimel.
Isabel Pantoja, como una infanta. La cantante ha recurrido ante el juez al argumento tan lógico que esgrimió en un programa de televisión durante una llamada telefónica en caliente: que existen "analogías" entre su caso y el de la hija del Rey. Y denuncia que, a diferencia del caso Urdangarín, en este se ha investigado hasta encontrar algo y no porque existieran supuestos indicios de delito. Eso sí: la foto en el banquillo con Mayte Zaldívar y Julián Muñoz a escasos centímetros ya está tomada.
Coincidiendo con el juicio en Málaga, dos revistas han aireado los supuestos problemas que habrían enfrentado a Kiko Rivera, el hijo de la tonadillera, con sus hermanos. Principalmente con Cayetano. Según Pronto y Sálvame, la herencia del abuelo Antonio Ordóñez, a la que Kiko ha renunciado toda su vida por la enemistad de su madre con su familia paterna, ha provocado una discusión entre los vástagos de Paquirri con acusaciones de engaño de por medio. De momento parece que Paquirrín y Cayetano no se hablan, y que Fran ha preferido no participar en la polémica, porque tiene otra montada en casa. Doce mil euros separan ahora a los hermanos, y ya hay quien dice que el culpable es Kiko, que ha olvidado su simpatía desde que se gana su propio sueldo como DJ.
Los vampiros Kristen Stewart y Robert Pattinson retoman su relación, qué casualidad, a solo unas semanas del estreno de la próxima entrega de la saga Crepúsculo. Y lo han hecho con el asesoramiento de un especialista en crisis de pareja que, a 400 euros la hora, ofrece consejos como abstenerse de practicar sexo. Así tendrán que estar unos meses, hasta que reconstruyan su relación. O hasta que la fogosa Kristen le dé por volver a las andadas.