Tal y como publica El Mundo, existe un nuevo y revelador dato que podría explicar la tirantez entre ambas presentadoras, ahora casi compañeras de trabajo. Al parecer, Montero podría haber pasado de cobrar 1.200 euros por programa a 600, exactamente la mitad, coincidiendo con la rescisión del contrato a Mediapro. Además, la presentadora acaba su contrato con la cadena pública a finales de este año.
Igartiburu ni confirma ni desmiente: "Somos compañeras de cadena y no quiero decir más. Fui simplemente de invitada y estoy super a gusto en TVE". Ahora mismo la prensa señala que ese recorte de sueldo a Montero podría ser el motivo principal del malestar de la presentadora. Al parecer, Igartuburu ha sufrido recortes en su sueldo, pero no tan drásticos como los de Mariló Montero.
No obstante, existe otra razón para el posible enfado de Mariló. Tal y como señaló Jesús Mariñas en La Razón, el exdirector de TVE Santiago González –pareja de Montero– pudo haber prometido a la presentadora de las mañanas el traspasarla al programa de la tarde que finalmente recayó en Igartiburu, una vez se produjo el cambio de cúpula directiva.