Los resultados de la encuesta con motivo del 40 cumpleaños de la princesa Letizia publicados por Emilia Landaluce en LOC el sábado merecen, desde luego, un comentario. Los datos sobre popularidad son flojos, algo que podría extrapolarse al difícil momento que atraviesa la institución, pero demuestran que buena parte de los encuestados quieren el relevo ya, cuando responden que ven a los Príncipes preparados para sustituir a los Reyes. Y es que hay que reconocer que, con los escándalos del Rey, las pifias de Urdangarín e incluso las Cartas al Director de su cuñado el inventor, Jaime del Burgo, Letizia sigue teniendo tirón.
La duquesa de Alba se va con otro. Mucho va a tener que hacer Fran Rivera para que Cayetana Fitz James vuelva a defenderle y apoyarle como había venido haciendo hasta ahora. Si alguien conservaba la más mínima esperanza de que la duquesa se dejase ver este sábado en la corrida goyesca que organiza Fran cada año, finalmente la visita no se produjo, y el torero tuvo que conformarse con la presencia de su novia, Lourdes Montes, a la que muchos consideran la culpable de su distanciamiento de la Casa de Alba. No se perdió mucho la duquesa, si leemos los titulares de las crónicas de la tarde: "Tan gris como los burladeros", decía La Razón, o "El glamour de la espantá en la Goyesca", titulaba Sur Digital. Sí hubo una Cayetana: su hija. Ahora la pregunta es si veremos fotos este miércoles en las revistas de la ya no tan niña dando la vuelta al ruedo con su padre, como ha hecho en tantas ocasiones anteriores, al parecer para disgusto de Eugenia, su madre.
No hay que olvidar además lo que contaba este sábado en ABC Beatriz Cortázar: la niña (a la que llaman Tana) comienza las clases este lunes, un hecho muy a tener en cuenta por parte del juez que, el próximo 18 de septiembre, tenga que decidir si la pequeña se queda en Madrid con su madre o si se marcha a Sevilla con Fran. Es de suponer que el magistrado también tendrá en cuenta que la ex pareja se encuentra en pleno proceso de concesión de la nulidad matrimonial, y que el torero, entre las razones que alega para obtenerla, incluye que se casó "por la presión mediática", que su infancia desestructurada le hizo "un ser desafectivo y egoísta" o que "quiso a Eugenia, pero me quise más a mí". Con semejante contenido es comprensible que Rivera esté tratando de retrasar la decisión de La Rota, y adelantar la del juzgado de familia sobre la custodia de su hija.
Y por último Penélope, que parece nueva en esto de los medios de comunicación. La actriz, alérgica a los comunicados, ha tardado sólo unas horas en alumbrar uno en el que trata de aclarar una entrevista publicada por el diario italiano La Stampa, como si fuera la primera. El texto aclarar, aclara poco, y sí deja claro que la opinión política de Penélope es un poco de andar por casa. Twitter ardía ayer con comentarios contra ella que, a pesar del comunicado, no ha podido evitar parecer justo lo que quería evitar. Que es algo prepotente. Además la actriz, alérgica también a hablar de su vida privada, se destapa este domingo en El País y confiesa algo que sólo se rumoreaba: que es activista de la Liga de la Leche, y que ha amamantado a su hijo Leo durante 13 meses.