Viajar con nuestro perro es cada vez más habitual y comienza a ser normal ver a familias que no quieren renunciar a la compañía de su mascota en vacaciones. Muchos hoteles y casas rurales permiten ya la estancia de perros, incluso algunos están enfocados a este tipo de turismo. Y también son cada vez más las playas que permiten la entrada de perros.
Pero antes de iniciar nuestro viaje debemos plantearnos si nuestro compañero peludo se adapta a nuestro plan de vacaciones. Si es un perro nervioso, enérgico y que necesita mucha actividad diaria nuestro destino debería ser el campo. Si es tranquilo y está acostumbrado a estar con gente y otros perros podremos llevarlo a la playa y a la ciudad, especialmente si es un perro de tamaño mini.
También debemos tener en cuenta su carácter –si ladra mucho, llora- porque lo más seguro es que en algún momento se quede solo, ya que todavía son muchos los restaurantes o tiendas en los que no está permitida la entrada de perros.
A la hora de viajar tenemos que saber que en toda la UE es obligatorio que nuestra mascota tenga microchip y conviene llevar la cartilla de vacunaciones. En caso de salir de España es necesario hacer a nuestro perro un pasaporte.
Una vez que tenemos claro que nuestro perro puede viajar con nosotros hay que tener en cuenta que algunos perros no llevan especialmente bien el viaje en sí, ya que pueden sufrir mareos o ansiedad.
En este caso lo mejor es darle un tranquilizante para que se relaje y viaje tranquilo. Además, estos fármacos les quitan los vómitos. Lo mejor es consultarlo con el veterinario y él nos recetará el fármaco más adecuado.
Es recomendable parar cada dos horas para nuestra mascota dé una pequeña vuelta para que haga sus necesidades y, muy importante, darle agua fresquita para que no se deshidrate.
No hay que dejar nunca al perro en el coche y menos en verano. Las altas temperaturas que llega a alcanzar nuestro vehículo pueden matarlo.
Trucos para que viaje más cómodo
Algunos sencillos trucos que les hacen más llevadero el viaje son congelar unas botellas de agua para ponerlas cerca del lugar donde colocaremos a nuestro perro, especialmente en el maletero, de forma que irá liberando fresquito como si fuera un aire acondicionado. También funciona muy bien ponerles cerca un vaporizador con agua e infusión de lavanda o melisa, ya que son relajantes.