Con motivo de la muerte de Gabriel García Márquez hemos tenido que leer innumerables cursilerías. Casi tantas como cuando se murió Nelson Mandela. Pero ninguna llega a la altura de este tuit que escribió Carme Chacón: "Oigo al mundo llorar al unísono la muerte de Gabriel García Marquez y recuerdo cuán azarosas son las fronteras, cuán de Macondo somos todos...".
Cuán cursi, cuán redicha, cuán parlera,
cuán ñoña, cuán simplona, cuán pedante,
cuán vana, cuán fingida, cuán cargante,
cuán chusca, cuán gazmoña, cuán florera.
Cuán fisna, cuán ridícula, cuán huera,
cuán bufa, cuán grotesca, cuán laxante,
cuán impostadamente estomagante,
cuán hueca, cuán risible, cuán hortera.
Cuán fatua, cuán meliflua, cuán pringosa,
cuán rancia, cuán manida, cuán pomposa,
cuán pija, cuán patética, cuán lacia.
Cuán tópica, cuán pelma, cuán postiza,
cuán sosa, cuán trillada, cuán plomiza,
cuán Carme, cuán Chacón y cuán sin gracia.