Que Grande-Marlaska amoneste a los procesados por el asedio al Parlamento catalán no es cosa que sorprenda. Que lo haga por fumar porros en los lavabos de la Audiencia Nacional... quizá un poquito sí.
Nuestros poetas lo han visto a su manera:
VENGA, POR FAVOR, CHAVALES
por Fray Josepho
No me fuméis canutos en la Audiencia.
Tenéis que perdonarme que os lo pida.
Fumáoslos mejor a la salida
(y no os toméis a mal la sugerencia).
No me fuméis hachís en mi presencia.
Hacedme ese favor, por vuestra vida.
Yo sé que la justicia es aburrida,
pero debéis llevarla con paciencia.
Entiendo que queráis, tras la manifa,
pillar un colocón de buena grifa.
Pero, porfa, aquí no, que me aturullo.
Y al que encienda un pitillo de tabaco,
lo empapelo, lo empuro, lo machacho,
y lo meto dos años en el trullo.
PONTE EN SU LUGAR
por Monsieur de Sans-Foy
Resígnate, colérico Marlaska:
sin dosis moderada, pero diaria,
no cabe juventud contestataria...
Lo mismo catalana que la vasca.
Tan grande es tu soberbia que se masca:
¿no ves con qué violencia autoritaria
se ejerce esa Justicia cavernaria?
Y un poco de maría... desatasca.
Les vuelves a llamar tras el almuerzo,
y exiges de los pobres un esfuerzo
que excede a sus cerebros diminutos.
Igual que en las peores dictaduras,
te cebas en las pobres criaturas...
quitándoles, encima, los canutos.