Doña Cayetana ha pasado un mes de febrero un tanto complicado. Aquejada de una fuerte gripe, se ha visto obligada a permanecer en su su palacio de Dueñas más tiempo del que ella hubiera deseado. De sobra es sabida la energía que tiene pese a su edad.
En todo momento, su marido ha estado pendiente de su "porcelanita", así es como la llama en tono cariñoso. Por su parte a Alfonso tampoco se le ha podido ver mucho, ya que ha preferido hacerle compañía, dedicándose como tantas veces a ver películas, ya que ambos comparten la misma afición por el cine.
El viernes próximo, la duquesa de Alba cumplirá 88 años, y lo va a celebrar con sus amigos más íntimos ofreciéndoles un almuerzo en un restaurante de la capital hispalense, donde a ella le gusta residir y pasa gran parte del año. Al mismo acudirán Carmen Tello y Curro Romero, las hermanas Cobo o el doctor Trujillo, por el que siente un cariño especial después de conseguir que volviese a andar, entre otros destacados invitados.
Doña Cayetana prefiere salir a almorzar más que a cenar, en realidad desde hace tiempo. Debido a su edad, se acuesta pronto y prefiere continuar con su vida social y atender sus compromisos durante el día.
Al haber estado en las últimas semanas un tanto apartada enseguida saltaron las alarmas en lo que a su estado de salud se refiere, pero todo apunta a que la aristócrata se encuentra bastante recuperada.
Su médico de cabecera ha ido a verla con asiduidad, porque le gusta tenerla muy vigilada. Según me comentan, sus visitas han sido meramente rutinarias, al menos en los últimos días.